En los últimos días se han vuelto virales los absurdos vistos en una feria del Ministerio de Comercio Interior (Mincin) de Cuba, que resumen para muchos “la mediocridad” de los gobernantes de la isla o “la decadencia en su máximo esplendor”.
Tanto la venta de artículos cuyos nombres aparecen con errores ortográficos, como “saltenes eléctricos”, “bulbujeros” o “gomas de borral”, como la de bombones de chocolate con formas de penes o de heces fecales, que ha expuesto el curador de arte Abelardo Mena en su perfil de Facebook, han dejado a más de un cubano horrorizado.
Y es que ciertamente es tan surrealista como el país mismo el hecho de que en un evento organizado por las autoridades cubanas, con sede en las calles Línea y 18, en pleno corazón de La Habana, puedan verse semejantes disparates.
“Es como ese baile que ahora los padres le aplauden a las niñas (como se baila en un gogó)”; “Se ha perdido la vergüenza en este país”; “Una feria del Estado (del gobierno), qué bueno. Me imagino que los jubilados comprarán cantidad”; y “Diseños muy a tonos con los tiempos”, son algunos de los comentarios generados, por ejemplo, en torno a los polémicos chocolates.
“Eso también alimenta la vulgaridad. Se supone que los niños son los principales consumidores de esos productos. Eso no es para una despedida de soltero. En fin, que las fronteras no existen. Confundimos todo”; y “El buen gusto, la educación, el sentido común y otras cosas han desaparecido. Un asco”, opinaron otros internautas sobre la misma línea.
Sin embargo, el usuario Yunior González lamentó que Mena solo publicara “lo que le molestó” de la feria y no se refiriera a “la aceptación” que tuvieron los controversiales productos, ya que “las kk y las pichas fueron lo que primero se acabó”.
“Sip. El mal gusto es un virus que lleva un gran nombre: hoy”, apuntó otro cubano al referirse a las “burradas” del Mincin, sobre las que Juana Bacallao diría: “Qué horrol”.
Algo parecido sucedió hace pocas semanas, cuando la compositora, guitarrista y cantante cubana Heidi Igualada reportó que en la capital cubana se vendía un friegasuelos de estatal empresa Suchel como crema dental.
