En un veredicto que marca un punto culminante en uno de los casos más impactantes de la última década, un tribunal de Caracas ha sentenciado a Dahud Hanid Ortiz, exmarine estadounidense de origen venezolano, a 30 años de prisión por el asesinato de dos mujeres cubanas en Madrid en 2016. Este caso ha generado gran interés público tanto en Venezuela como en España, y ahora llega a su conclusión legal después de años de investigación y juicio.
Dahud Hanid Ortiz fue capturado en Venezuela dos años después de cometer el crimen, presuntamente motivado por los celos, poniendo fin a una larga búsqueda transnacional. El doble homicidio tuvo lugar el 22 de junio de 2016, en un despacho de abogados en Madrid, donde las víctimas cubanas se encontraban en ese momento. El victimario de las mujeres, y de una tercera persona, había viajado desde Alemania.
El hombre “vengarse porque había descubierto que era el amante de su mujer. Se hizo pasar por un cliente y mató a golpes y con un hacha en la oficina a una ayudante del letrado (Maritza Osorio), a una empleada (Elisa Consuegra) y a uno de los patrocinados (Jhon Pepe Castillo)”.
Sin embargo, el principal objetivo del «asalto», Víctor Joel Salas, director del despacho de abogados de Usera, salió ileso, pues no se encontraba en el despacho en el momento de los hechos, y en cambio murieron Elisa Consuegra y Maritza Osorio, ambas de origen cubano, y Pepe Castillo, ecuatoriano, quienes se encontraban en el lugar. Tras cometer el delito, prendió fuego al lugar y huyó.
En declaraciones a el diario español ABC dijo:
“Al menos, es un paso importante que haya sido condenado, porque pensaba que se iba a librar y detrás de todos estos años está el trabajo del Grupo V de Homicidios, el juzgado de Instrucción número 41 de Madrid y la Fiscalía Internacional”.
El proceso judicial ha sido complejo y ha involucrado la cooperación entre las autoridades venezolanas y españolas. El gobierno de Nicolás Maduro se negó inicialmente a la petición de extradición de Dahud Hanid Ortiz por parte de las autoridades españolas y, desde entonces, se había dilatado el proceso judicial.
La sentencia de 30 años, la máxima pena en muchos sistemas judiciales, refleja la gravedad del crimen cometido por Ortiz. Es a su vez la pena máxima que pidió la fiscalía, de acuerdo al código penal venezolano. Se trata de la máxima condena establecida en Venezuela para este delito.
Para lograr el veredicto, se utilizaron pruebas tales como grabaciones de seguridad y análisis de teléfonos móviles que vinculaban inequívocamente a Dahud Hanid Ortiz con la escena del crimen y los hechos cometidos.
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