Yordenis Ugás fue derrotado por Mario Barrios, una contienda que mostró la indiscutible valentía y dedicación del cubano. Aunque Barrios lo mandó a la lona con un sólido jab, Ugás se mantuvo firme, demostrando su inquebrantable espíritu en el centro del ring, coincidieron en afirmar varios medios.
La pelea fue por el cinturón interino de los welter, un título que Barrios consiguió arrebatarle a Ugás. A pesar de la derrota, Yordenis Ugás mostró un extraordinario esfuerzo y un notable corazón de guerrero, algo que siempre ha caracterizado su carrera boxística, según señaló el portal Swing Completo. El cubano cayó dos veces pero en cada ocasión se levantó, enfocado y decidido a continuar enfrentando a un adversario formidable, señaló el portal El Izquierdazo.
Sin embargo, esta derrota ante Barrios puede haber marcado un punto de inflexión en la carrera de Ugás. Tras sufrir dos derrotas consecutivas y el visible daño físico en su ojo, el cubano ha insinuado la posibilidad de su retiro del boxeo.
En un emotivo video que publicó en su perfil personal de Facebook, Yordenis Ugás dijo que lo sucedido forma «parte de la vida».
Dijo estar boxeando desde los seis años de edad, y que ya tiene 37, una edad en la que muchos considerarían ya el retiro del deporte activo.
Muy emocionante fue el momento en el que recordó cuándo comenzó el resurgimiento de su carrera, y todo lo que vino después.
«Yo en el 2014 había perdido dos peleas consecutivas; tenía dos mil dólares en el banco, ya nadie me conocía, no tenía carrera,» comenzó diciendo, para luego hablar del cambio sucedido a partir del 2016.
«Han sido siete años y medio peleando fuerte, peleando contra leyendas o futuras leyendas del salón de la fama; representando el boxeo cubano, es mucho más de lo que soñé en el boxeo. Vamos a ver qué pasa; mi familia no quiere que yo siga en esto, mi mujer no quiere que yo siga en esto,» afirmó, antes de tranquilizar a sus fans y decir que, lo que tiene en el ojo es una pequeña herida.
«Ya estoy llegando al final y estoy contento, estoy contento con lo que es, me siento bien de ánimo y uno pierde y deja muchas familias tristes, yo lo sé, eso es lo que más me ha dolido, pero este es el boxeo, esta es la vida. Pienso que entregué lo mejor de mí.»
El eco de su anuncio resuena en el mundo del deporte, marcando el posible fin de una era definida por su valentía, habilidad y amor indomable por el boxeo.
Pero incluso si decide retirarse, Ugás se va con la cabeza en alto. Su legado, teñido de resiliencia, dedicación y un espíritu de lucha incansable, vivirá en los corazones de los aficionados al boxeo y en las futuras generaciones de boxeadores que se inspirarán en su extraordinaria carrera.
Mientras tanto, expertos como Willie Suárez cuestionaron al entrenador del cubano, Ismael Salas, no tanto por la derrota en sí, sino por haberlo dejado sobre el cuadrilátero, boxeando con su ojo lastimado, a riesgo de quedar ciego de ese ojo, a pesar de ya no tener nada qué hacer sobre el ring, salvo apelar a conectar un golpe de suerte, que nunca llegó.
En un post de Facebook, Suárez trató de mantenerse al margen de su diatriba personal con Salas – quien ha acusado de «comunista» a Suárez y a otros que desde el periodismo lo han cuestionado – y dijo, entre otras cosas que, luego de la pelea, tiene sus dudas sobre si Salas es, o no, uno de los mejores del mundo.
Más interesantes aún son sus reflexiones sobre el campéon cubano. De este dijo que «a pesar del evidente óxido y el desgaste físico, Ugas siempre avanzó, dando lo mejor de sí frente a los pocos presentes y a los miles que lo miraban a través de una pantalla.»
«Ugas, a pesar de la derrota, recibió el respeto y admiración de muchos de los presentes, yo me levanté y lo aplaudí al verlo abandonar el cuadrilátero por última vez, lleno de admiración (…)».
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