Después de un sonadísimo escándalo familiar, el galán cubano William Levy y su hija de 15 años, Kailey Levy, han decidido hacer las paces de una vez y por todas. La semana pasada, la adolescente viajó hasta España para reencontrarse con su padre, quien se encuentra rodando la película “Bajo un volcán”.
En sus redes sociales, Kailey ha publicado varias fotos en las que se ve disfrutando de los increíbles paisajes naturales del pueblo pesquero Garachico, en Tenerife. “Cambio de escenario”, escribió al pie de las fotos la jovencita, que antes de irse al viejo continente pasó las celebraciones del 4 de julio en Miami con su mamá, Elizabeth Gutiérrez, y su hermano, Christopher Levy.
El fin de semana, Kailey por fin publicó una foto en compañía de su famoso papá. En la instantánea ambos aparecen sonrientes y sacando la lengua, en un gesto de complicidad que subtituló con el mensaje: “El lugar donde quiero estar. Te amo, papi”.
“Te amo, mi princesa. Qué rico tenerte aquí. Me haces el más feliz del mundo”, le respondió William Levy en los comentarios, donde otros miles de usuarios celebraron que padre e hija se hayan reconciliado después del escándalo doméstico que protagonizaron a principios de año.
En abril, Kailey apareció en un video policial junto a su madre, exigiendo a los agentes del orden que expulsaran a una mujer que presuntamente se encontraba con William Levy dentro de la residencia familiar.
Un reporte de los hechos indicaba que William Levy empujó a Kailey en al menos uno de los cuatro altercados domésticos con la policía. La jovencita contó a un oficial que “escuchó la voz de otra mujer que provenía del dormitorio principal” y su padre la empujó para evitar que entrara al cuarto. Luego dijo que el “empujón” fue para cortarle el paso y no para “hacerle daño” de manera intencionada.
El actor cubano, de 43 años, declaró por su parte que Kailey ingresó a la casa gritando “¿Dónde está la put?”, y negó que la empujara porque “nunca le haría daño a su hija”. También negó que estuviera con alguien y le dio un tour de la casa al agente, para mostrarle que solo estaba la “señora de la limpieza”.