Tras años sin ganar un título a nivel internacional, el voleibol femenino cubano se coronó este domingo en la Copa Panamericana Sub-23 celebrada en la ciudad mexicana de Xalapa.
La selección femenina logró el primer lugar de la categoría Sub-23 después de derrotar 3-1 (26-24, 22-25, 25-21 y 25-20) a su similar de República Dominicana, que le había ganado un duelo a las cubanas en la fase preliminar (3-0).
De esta manera, las cubanas superaron a las campeonas en las seis ediciones de este certamen para jugadoras menores de 23 años que se habían celebrado hasta el momento, si bien potencias continentales como Brasil, Estados Unidos y Canadá no participaron.
Según reportó Jit, las nuevas reinas caribeñas fueron efectivas en ataque y desde la línea de servicio, pese a que tuvieron mayor cantidad de errores no forzados que las quisquellanas, también superiores en la defensa de la net.
La opuesta Lisania Grafort lideró la ofensiva cubana con 24 puntos, al tiempo que la atacadora auxiliar Whitney James se apuntó 15 tantos.
Por Dominicana guió otra vez la ofensiva Alondra Tapia, máxima anotadora del choque con 25 cartones.
Las cubanas, dirigidas por Leivis García, se convirtieron en campeonas panamericanas con cinco victorias y un revés. En la clasificatoria, ganaron a Chile (3-1) y Costa Rica (3-0), antes de perder frente a Dominicana. Luego, superaron a Nicaragua (3-0) y México (3-2).
Según dijo García al sitio de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe (Norceca), el éxito sobre las dominicanas, algunas de las cuales fueron a las Olimpiadas de París este año, radicó en “la disciplina táctica”.
“Hablamos en la sesión práctica de la mañana que el juego iba a depender de la inteligencia y la fuerza”, apuntó el estratega.
En este tipo de torneo, las cubanas solo habían logrado conquistar las medallas de bronce en 2014, 2016 y 2018.
A nivel individual, fueron galardonadas las cubanas Grafort, seleccionada como la Jugadora Más Valiosa (MVP), y Yensy Kindelán, elegida como la segunda mejor bloqueadora.
De vuelta a los mundiales
El título panamericano de la selección Sub-23 llega menos después de una semana de conocerse la clasificación del voley femenino cubano al mundial de 2025, o sea, por primera vez desde 2018.
El regreso a la máxima competición tras siete años hace a muchos soñar con los tiempos de gloria que vivieron las voleibolistas cubanas, campeonas mundiales en 1978, 1994 y 1998, y olímpicas en 1992, 1996 y 2000.
La caída sostenida llegó con el nuevo milenio. En Alemania 2002, las cubanas acabaron en la quinta posición, y en la séptima cuatro años más tarde. En 2010, cayeron al lugar 12; en 2014, al 22; y en 2022, no lograron calificar.
En el caso de los Juegos Olímpicos, las cubanas no participan desde Beijing 2008, donde lograron el cuarto lugar.