Las autoridades políticas del territorio celebraron un acto patriótico y revolucionario así mismo, con la N de Revolución invertida
En un peculiar giro de los eventos en la ciudad de Matanzas, las autoridades locales han demostrado una vez más su inigualable habilidad para convertir la protesta en propaganda, aunque esta vez con un toque de humor involuntario que ha capturado la atención y las risas de muchos, y que demuestra una vez más que las autoridades políticas del territorio no le tienen miedo al ridículo.
En lo que podría describirse, si te lo contaran, como una fake news, el muro de la playa matancera conocida como «La Playa del Tenis», donde apareció en días pasados el cartel de Díaz-Canel Sin… se ha convertido en el escenario de un acto de desagravio que ha arrojado un «error tipográfico y revolucioиario».
Todo comenzó cuando en días pasados los primeros rayos del sol iluminaron un cartel de protesta pintado audazmente sobre el mencionado muro. El mensaje, directo y sin rodeos, rezaba «Díaz-Canel Singao», una declaración de descontento que no dejó indiferente a nadie, especialmente no a las autoridades locales.
Rápidamente, se movilizó un equipo con la misión de borrar esta expresión de descontento y reemplazarla con un mensaje más acorde con los ideales revolucionarios. Así, con brochas en mano y un fervor patriótico, decidieron adornar el muro con un grandioso «Viva la Revolucióи».
Sin embargo, en un giro que parecería burlarse de la seriedad del acto, la «N» de «Revolución» se encontró girando hacia el lado incorrecto, presentando al mundo un «Revolucióи», aunque en mayúsculas, así, И, y tal cual Ud. lo puede ver en la foto de portada, que ha dejado perplejos, divertidos y, en algunos casos, indignados a los observadores, pero al parecer no a los que estaban presentes en el acto. Lejos de corregir el desliz, el acto continuó, elevando la «N» invertida a un símbolo de un error cómico pero significativo, como muestra del ridículo que hacen y que no tienen miedo a hacerlo.
Sí ya hemos visto premiar con una mano de plátanos a personas destacadas en determinada labor, qué importa una N virada al revés. ¿No?
Para añadirle un toque aún más surrealista a la historia, Susely Morfa, conocida entre los cubanos como «La Psicóloga Millonaria» por su ascendente carrera dentro de las esferas políticas del país y su notorio estilo de vida que le permitió, según ella, costearse un viaje a Panamá en el año 2015 con el sudor de su frente, no perdió la oportunidad de documentar el momento.
A través de su perfil de Facebook, compartió fotos del muro y el acto, probablemente con la intención de mostrar solidaridad y apoyo a la causa revolucionaria.
Sin embargo, lo que logró fue proporcionar munición a los críticos y comediantes en ciernes, quienes no tardaron en señalar y mofarse del error tipográfico que las autoridades políticas y comprometidas con la RevolucióИ, al parecer, no lograron notar.
El post compartido desapareció luego, una que vez que alguien con más seso que ella le advirtió de la ignominia.
Este episodio, aunque pueda parecer trivial a primera vista, es un microcosmos de la realidad cubana actual: una mezcla de fervor revolucionario, vigilancia estatal y, a veces, una comedia de errores que refleja la complejidad y los desafíos que enfrenta la sociedad cubana.
Tal vez fue que se les acabó la pintura, pero quien ha vivido en la isla sabe que ante sucesos similares siempre aparece un cuadro capaz de decir y ordenar de «dejar eso así, no importa, todo el mundo sabe a qué nos referimos».
En un mundo donde la imagen es poder, un simple error tipográfico se ha convertido en un símbolo de resistencia inadvertida y, para algunos, en un recordatorio de que, en ocasiones, la revolución también necesita revisar su ortografía.
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