Un país de futuro incierto: Más de un millón de cubanos emigraron en 8 años

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Una familia de cinco miembros, incluyendo dos niños pequeños, se encuentra ahora en camino hacia los Estados Unidos. Los cubanos dejaron parientes preocupados y proyectos inacabados en la isla, pero no lo pensaron dos veces para vender su casa y sus pertenecías y asumir la arrancada. Las cosas les pueden salir muy bien, o muy mal, pero ese será el mayor precio que deberán pagar: la incertidumbre de no saber si lo lograrán.

El camino para los cubanos incluye selvas, ríos, fronteras con guardias armados, presuntos asesinos y secuestrados en busca de dinero fácil; o lo que sea que pueda presentarse. Sin embargo, durante los últimos meses familias enteras como ellos han partido hacia Nicaragua a la espera de esa travesía peligrosa en la cual será preciso recorrer casi medio continente.

Si en los ochenta fue el Mariel, en 2021 está siendo el visado libre hacia Nicaragua la más certera vía de escape para los cubanos. Lo mismo profesionales, que personas sin empleo, con niveles adquisitivos medios, bajos o muy altos, la pretensión social más generalizada en la isla es huir. 

De pronto, los pasajes hacia la nación latinoamericana se han colocado en el top de los más buscados en el país, mientras que los rumores de negocio han envuelto a no pocas aerolíneas por la tentación de incrementar recorridos con la ruta Habana-Managua y acertar en negocio redondo.

Un muchacho de 23 años ha resuelto su pasaje hacia ese país. Dejará en Cuba a sus padres y a su novia, pero dice que no tiene dinero para costearlos a todos. El viaje completo, asegura a Cuballama Noticias , le saldrá en unos 7500 dólares (más de 500 mil pesos cubanos).

Según él, una amiga que tiene familiares en Estados Unidos quiso costearle a la joven su periplo hasta ese país y le puso como condición que buscara a un hombre que la pudiera asistir durante el largo recorrido y de paso, la familia en el norte lo incluiría en la ayuda.

migrantes cubanos
El 39% de los cubanos que presentaron solicitudes de asilo en Estados Unidos en las últimas dos décadas ha tenido éxito en el proceso, de acuerdo con informe elaborado por el centro Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Syracuse, en Nueva York. Foto El País.

Hace unos años este tipo de negociaciones y planes migratorios corrían en la más absoluta discreción, eran asuntos secretos, bien medidos y calculados. Ahora, es diferente. La urgencia por salir del país ha normalizado estos procesos al punto de que ya parecen planearse como se hace con un viaje de vacaciones al interior del país. Y aunque todo el mundo conoce bien los riesgos, puestos en una balanza, la necesidad por encontrar un mejor destino de vida pesa muchísimo más que el peligro a fracasar.

Antes que iniciara la pandemia, en 2019, según las cifras de la ONU, Cuba tenía un porcentaje medio de emigrantes con un millón 654 mil 684 personas que decidían salir del país, con lo cual, la nación se ubicaba en el puesto 139 de los 195 que posee el ranking de emigrantes. Esta situación ahora ha aumentado considerablemente. Se acaba de confirmar por fuentes oficiales que en 8 años más de un millón de cubanos se fueron del país, una cifra alarmante  todo sentido.

Al término del año anterior, el diario Granma divulgaba la cifra de mil 137 personas que fueron devueltas al país tras emprender viaje ilegal y se aseguró en la información que al menos 55 deportaciones tuvieron lugar en ese período, casi todas procedentes de los Estados Unidos.

Tanto la pandemia, como la profunda y marcada crisis social y económica que vive el país han resultado en una oleada migratoria que para desgracia de los implicados no siempre concluye con el mejor final y que según las autoridades cubanas es culpa, en mayor medida, del bloqueo impuesto por los Estados Unidos.

Balseros cubanos. El drama de no saber quien vive, quien murió en el mar.
Tres inmigrantes cubanos fueron rescatados recientemente por la Guardia Costera de Estados Unidos en las cercanías de los Cayos de Florida, a unos 6,4 km de Sombrero Beach, en la ciudad de Marathon. foto de archivo https://www.flickr.com/photos/utcomm/

La mayoría de las personas que salen de Cuba lo hacen motivados por cuestiones políticas y económicas, casi siempre. La precariedad y escasez de los insumos en la Isla ha desencadenado ese desenfreno migratorio, pero las autoridades consideran que es preciso inculpar al gobierno de los Estados Unidos, no solo por el recrudecimiento del bloqueo, sino por las medidas tomadas durante la administración de Donald Trump y el incumplimiento en el acuerdo de otorgar como mínimo 20 mil visas al año, según hicieron constar en una nota publicada por Granma.

En ese mismo artículo, Yuri Gala López, entonces responsable de temas bilaterales de la dirección general de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, confirmaba “la voluntad política del estado y el gobierno cubanos para prevenir la migración insegura, ilegal y desordenada, las salidas riesgosas que ponen en peligro la vida humana y para luchar contra los delitos asociados con la migración, como el tráfico y la trata de personas”.

Pero lo cierto es que los cubanos siguen saliendo de Cuba como sea, en busca de un destino diferente al que les aguarda en el país. Si bien el país fue declarado como uno de los más envejecidos de América Latina, los jóvenes aquí no apuntan a cumplir con la tarea sociodemográfica que les debiera tocar, sino que se comprometen cada vez más con el abandono y la partida.

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