La Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, UJC, agarró una vez más la escoba para intentar limpiar el daño dejado y el embarradero de sangre que dejó en la Revista Alma Mater, pero el asunto ha trascendido más allá de lo imaginado por ellos.
Sí, porque el post publicado ayer por el ex director de la Revista, Armando Franco Senén, es viral.
Allí están, en el muro de los lamentos de Facebook, no pocos periodistas y funcionarios oficilistas lamentando lo ocurrido. El post tiene más de 2000 reacciones. Acumula hasta ahora 858 comentarios y tiene 511 shares.
Allí están, lamentando lo sucedido con Armandito, que les reclama en la cara, desde el inicio, que nadie ha investigado lo sucedido, decenas de periodistas como Katia Siberia, Ana Teresa Badía y otros. Está el locutor Marino Luzardo, muy escueto, con un «lamentable». Y están los suegros de Armando, la periodista Dixie Edith y Ariel Terrero.
Todos, al parecer, parecen desayunarse con el hecho de que la UJC ha estrenado sus dotes de verdugo con el joven periodista. Lucen todos muy dolidos con lo ocurrido pero, no dicen nada, por lo claro, ni llaman las cosas por su nombre, ni exigen NADA, ni aclaraciones ni NADA, a la UJC.
Allí están, con su retórica y brincando de rama en rama, Israel Rojas, que al parecer le gusta expresarse así para confundir; hábil manera de provocar angustias en quien le lee, porque si pasa algo, él no quiso decir eso, sino que el que lo leyó se confundió. Y es anormal, además.
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Han transcurrido más de 24 horas desde que Armando Franco Senén desnudara el pésimo proceder de la UJC con él; de que dijera que no lo quisieron escuchar, que lo maltrataron, que fueron groseros con él, que le mintieran a él y al resto de los integrantes de la revista y la UJC… ¿qué hizo? Pues no decir nada. Excepto limpiar la casa, dejando el portal sucio.
Sí, porque ayer y a pesar de toda la basura que les cayó encima a la Primera Secretaria de la UJC – poco le faltó a Senén para decirle MENTIROSA, así, con todas las letras -, a la Ideológica maleducada de Nesley Molina; a la presidenta de la FEU «puesto a dedo» Karla Santana, y a Rogelio Polanco, Jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista (CC-PCC), lo que sucedió fue que, lejos de pedir la renuncia todos, sacrificaron al cordero sacrificable que tenían a mano, Asael Alonso Tirado, como Director de la Casa Editora Abril, y promover en su lugar a otro defenestrado por el tiburón del PCC, pateado «casi» vulgarmente desde el edificio de la «gerencia» en Cienfuegos, Adonis Subit Lamí.
Sí, porque las similitudes entre la labor desplegada por Armando Franco Senén en Alma Mater y lo hecho por Adonis Subit Lamí en Cienfuegos, son muy similares. Casi exactas, o las mismas.
También Adonis quiso hacer periodismo como lo quiso hacer Armandito, pero tuvo la mala suerte de no asegurarse con un buen par de suegros, y no contó en el 5 de Septiembre con el apoyo que tuvo Armandito en el Alma Mater. En Cienfuegos, los colegas de Adonis, se quedaron en la redacción para garantizar los megas de Internet y el paupérrimo salario, y el resultado fue este: Adonis Subit Lamí, el nuevo Jefe de la Editora Abril, «se enfrentó» – no hace muchos años atrás – al león gubernamental y partidista en Cienfuegos, y fue expulsado como director del 5 de Septiembre por orden directa del PCC.
La UJC designó además a un «ligero» periodista, Santiago Jeréz, como director de la revista Alma Mater, decretando así, la defunción de la revista. Santiago Jérez, a diferencia de Subit Lamí, no tiene méritos ni condiciones para ocupar el cargo que le han espantado por el moropo y lo más probable es que pronto renuncie, se vuelva loco o termine esquizofrénico a pesar de que sin dudas le será fiel a la revista Alma Mater y a la Casa Editora Abril.
La publicación de la Universidad de La Habana se había mantenido sin líder por casi tres semanas hasta este 10 de mayo, pero tras el mejunje que han formado el Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), asesorado por el departamento ideológico del Comité Central del Partido Comunista (CC-PCC), es decir: Aylín Álvarez, que no sabe nada de medios ni prensa, asesorada por el censor de Rogelio Polanco, es lógico pronosticar que cambiará radicalmente de «línea editorial», si no es que sucede un milagro, y el empuja-empuja que se ha formado en Facebook termina de otra manera.
No lo parece. A pesar de lo que crea el ingenuo Armandito, y la caterva de admiradores que tiene en su Facebook, la orden de su destitución vino de arriba y donde manda general – nunca mejor dicho – no manda soldado. Ni siquiera la secretaria nacional de la UJC, Aylín Álvarez.
De todas maneras, por si queda alguna duda sobre lo dicho aquí, recuerden que flota en el ambiente esa frase nacida de muchos años – 63 – de aplicarla a rajatabla cada vez que alguien – como Armando Franco o Adonis Subit – le fue incómodo a la UJC o al PCC:
“A ti debimos botarte hace mucho tiempo, no hay nada más que hablar, (…) puedes hacer lo que quieras, es una decisión nuestra”
