Ecured transformó la ficha biográfica del dramaturgo y activista cubano Yunior García Aguilera en su página, al igual que en el pasado ha hecho con jóvenes cubanos críticos con el gobierno, y Yunior pasó de tener un curriculum de dramaturgo a «agente de cambio» en menos de lo que canta un gallo.
En honor a la verdad, y no sería la primera vez que lo hicieran, hasta los «transformers» pudieron haberla borrado. Así de impunes andan los decisores del régimen en La Habana.
Sin embargo, prefirieron darle el mismo tratamiento que en el pasado reciente le aplicaron a jóvenes como Julio César Guanche o Carlos Manuel Álvarez. Una «revisión» o «añadido» de datos, que nada tiene que ver con la realidad pero que «los descubre» para futuros lectores o consultantes como si fuesen «terroristas o mercenarios.»
¡Vaya chapuza! ¡Vaya gasto de recursos y neuronas! ¡Vaya modo de manipular la historia presente y pasada para las generaciones futuras!
El pasado día 3 de noviembre, la ficha de Yunior García Aguilera en el portal enciclopédico controlado por la Seguridad del Estado en Cuba decía de este:
Yunior García Aguilera lucía como un actor y creador de numerosas obras teatrales, premiadas en múltiples ocasiones. Lo que era.
Sin embargo, tras el cambiazo gubernamental, le añadieron que fue «activista y principal promotor de la convocatoria a la llamada Marcha Cívica por el Cambio convocada para el 15 de noviembre de 2021, que bajo la falsa bandera del pacifismo buscaba provocar disturbios, generar caos e inducir la desestabilización del país».
Además, la entrada de la enciclopedia oficialista lo califica de «fundador de la plataforma digital Archipiélago», que utiliza «un discurso cargado de hipocresía y de mensajes dirigidos a confundir y movilizar sentimientos de solidaridad con sus posiciones, pretendiendo ocultar los espurios intereses que lo mueven».
Una revisión más aguda sobre el hecho nos descubre quiénes fueron los ejecutores del triste papel de manipulación.
El dramaturgo cubano no se ha manifestado aún sobre este suceso.
Julio César Guanche nos definía su opinión, en lo sucedido en su caso, que ilustraría muy bien cual verdad absoluta qué es lo que ha sucedido ahora, también, con Yunior García.
“Lo que hace Ecured no es solo una violación ética. Es un abuso malintencionado de recursos públicos. Los que hacen este tipo de ‘campañas ideológicas’ dicen ser fervientes críticos del neoliberalismo, pero no vacilan un solo segundo en privatizar lo público -en Cuba- a su estricta conveniencia, como hace el neoliberalismo al que dicen criticar”, denunció Guanche.
Faltara más. Para un régimen que usa sus fuerzas represoras para sacar a un niño de un aula, y llevárselo detenido con la anuencia de su maestro y del plantel escolar, y sin el conocimiento de su madre, tal y como sucedió hace apenas unas horas en Cárdenas, Matanzas, cambiar la ficha bibliográfica de Yunior García es, como diría Meñique, una bicoca.
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