El caso de Rud se suma a una realidad que en los últimos años ha dejado de ser excepción: la intermitencia de antibióticos y de otros fármacos esenciales, la dependencia de importaciones irregulares, las deudas con proveedores, la carencia de insumos y los baches logísticos que convierten cualquier tratamiento en una carrera de obstáculos.
El caso del hospital “Marie Curie” es presentado como símbolo de un patrón de abandono institucional: mientras el Estado invierte en hoteles y torres de lujo, los enfermos de cáncer sobreviven sin medicinas ni condiciones básicas. Para los familiares, la indignación se resume en una pregunta reiterada: ¿hasta cuándo el pueblo tendrá que pagar con su vida la indiferencia de quienes gobiernan?
Así, mientras las publicaciones de corte especializado subrayan la fidelidad del mercado canadiense y la inversión en renovaciones hoteleras, los reportes independientes apuntan a que las condiciones internas del país siguen minando la experiencia de los viajeros y, por tanto, restando atractivo al destino.
la insistencia del gobierno en alcanzar la "soberanía alimentaria" parece más una retórica política que una solución efectiva a la crisis alimentaria que enfrenta el país. La falta de resultados concretos y la persistencia de problemas estructurales sugieren que, sin reformas profundas y un cambio en el enfoque de la política agrícola, la situación difícilmente mejorará.
Las intervenciones de los funcionarios y las cifras presentadas en el Consejo Provincial reflejan un esfuerzo por aparentar progreso y control, pero la población cubana sabe que la situación es muy distinta. La prevención de delitos, la promoción de ventas a Acopio y el desarrollo de proyectos locales son todas medidas que, si bien necesarias, resultan insuficientes frente a una crisis estructural que ha sido parte de la vida diaria de los cubanos durante décadas.
La prensa oficialista cubana se mostró en días pasados muy preocupada por el desabastecimiento de comida en los supermercados de Estados Unidos y por...