El caso de Tanzi ha reavivado el debate sobre la pena de muerte en Florida, especialmente por el prolongado tiempo que ha transcurrido desde que fue condenado hasta la fecha de su ejecución. La demora en estos procesos judiciales ha generado críticas tanto de quienes defienden la pena capital como de quienes la consideran un castigo ineficaz y costoso.
Este caso pone de manifiesto un vacío regulatorio en el estado de Florida respecto a los centros de recuperación postoperatoria. Actualmente, estos establecimientos deben cumplir con los mismos requisitos que los hogares de vida asistida, lo cual no se ajusta a la naturaleza temporal y especializada de los servicios que ofrecen. La alta demanda de cirugías estéticas en Miami ha propiciado la proliferación de estos centros, algunos de los cuales operan sin las licencias adecuadas, poniendo en riesgo la salud y seguridad de los pacientes.
Tres ciudadanos de origen cubano enfrentan problemas con la justicia, uno en Cuba y otros dos en Estados Unidos, en incidentes que reflejan realidades...
Este incidente sirve como recordatorio de la importancia de comprender y adaptarse a las leyes y normas del país de residencia, especialmente en lo que respecta a la crianza y disciplina de los hijos.
Mientras algunos intentan sobrevivir con triquiñuelas en el extranjero, otros enfrentan la deportación, y en Cuba, la gente se ve obligada a tomar medidas desesperadas para protegerse. Todo esto, en medio de una incertidumbre creciente sobre el futuro de los migrantes cubanos en el continente.
Además de los cargos por robo agravado y asociación para delinquir, se les acusa de tenencia ilegal de un arma de fuego, ya que se les encontró una pistola robada en una de las casas asaltadas.
Ambos casos reflejan un patrón alarmante de delitos cometidos por individuos de origen cubano en Miami, con crímenes que van desde el robo organizado hasta la estafa de personas vulnerables.
Los cuatro incidentes reflejan un aumento en la violencia y la tensión que se respira en Miami. Ya sea por ataques racistas, amenazas de bomba, crímenes violentos o accidentes mortales, la ciudad parece estar en un punto de ebullición. ¿Es el clima político? ¿Es la crisis económica? ¿La renta que no baja? ¿El precio de las casas? ¿O será simplemente que la gente está al borde de un colapso nervioso? Lo que está claro es que la normalidad en Miami sigue estando cada vez más lejana.
Un joven cubano de 19 años, identificado como Jorge Richar Casola-Martínez, fue arrestado el lunes en Miami-Dade tras ser acusado de robar una camioneta...
El crimen ocurrió el 22 de marzo de 2024, cuando Ullasci fue hallado sin vida en la vía Fortebraccio, en el centro histórico de L’Aquila, cerca de la escalinata de San Bernardino. Según la acusación, los dos hombres lo agredieron con golpes y patadas, con la intención de robarle. Además, se determinó que uno de los atacantes lo golpeó con un sampietrino, una piedra que fue posteriormente incautada como prueba.
Desde castigos con guitarras hasta amenazas de bala por una multa ridícula, estas dos historias parecen sacadas de una comedia de enredos. Sin embargo, ambas revelan el nivel de irracionalidad al que algunas personas pueden llegar cuando la frustración se convierte en violencia. En un día cualquiera en Miami, lo absurdo se convierte en noticia.