Rusia y Cuba han fortalecido su relación a través de visitas de alto nivel y acuerdos comerciales recientemente.
Cuba, que enfrenta desafíos económicos debido al embargo comercial de EE. UU., busca oportunidades de desarrollo comercial y económico con Rusia, el heredero del viejo amigo que otrora fuese «La Unión Soviética».
Sin embargo, observadores argumentan que la alianza renovada no debe ser percibida como una amenaza por Occidente, sino como un movimiento estratégico impulsado por necesidades económicas y se añade que Rusia se beneficia de la expansión de las relaciones globales y ve a Cuba como un país con autoridad moral en ciertas regiones, especialmente en el África y Latinoamérica.
A menos eso es lo que concluye The Globe & Mail en un artículo donde señala que mientras que algunos ven los crecientes lazos entre Rusia y Cuba como peligrosos, otros enfatizan los beneficios mutuos de la asociación, incluida «la capacidad de Rusia para desafiar el acceso de Estados Unidos» y Cuba – fiel a su tradición – a apoyo material.
El texto señala que esto ha traído aparejadas «preocupaciones entre los cubanos sobre la voluntad del gobierno de permitir la participación extranjera» en el país.
Este «amiguismo renacido», le hace pensar a otros expertos sobre un peligro venidero, y sugieren no quitar el ojo sobre estos contecimientos recientes, sugiriendo que «las acciones de Rusia apuntan a establecer una huella política y ganar apoyo internacional frente al aislamiento» que vive actualmente.
Cuba: entre la decadencia Rusa, y una oportunidad para un acercamiento definitivo a EE.UU.
La guerra entre Rusia y Ucrania, que comenzó hace más de un año, ha tenido un impacto significativo en la economía rusa. Las potencias occidentales respondieron a la agresión rusa con sanciones sin precedentes, con el objetivo de castigar a Moscú y ejercer presión sobre el presidente Vladimir Putin. Aunque la economía rusa mostró una resistencia sorprendente al principio, redirigiendo la demanda de petróleo de Europa a Asia, y evitando una crisis de divisas con controles de capital e incrementos de tasas de interés, las grietas comienzan a aparecer y se espera que se ensanchen en los próximos meses, según señala CNN.
Estos movimientos están tensionando las finanzas de Rusia a medida que lucha por encontrar clientes de reemplazo dispuestos a pagar altos precios.
A pesar de estas dificultades, la economía rusa ha demostrado ser más resistente de lo que muchos inicialmente esperaban. Por ejemplo, a pesar de las sanciones, el PIB ruso se contrajo solo un 2.1% el año pasado, en lugar del 10-15% que algunos economistas habían predicho. Esto se debe en parte a la política de «Fortaleza Rusia», que ha fomentado la autosuficiencia y la producción de alimentos domésticos desde la anexión de Crimea en 2014, indica además CNN.
En medio de estas sanciones occidentales, Rusia ha buscado estrechar lazos económicos con países como Cuba, que han sido históricamente aliados políticos. Los funcionarios rusos y cubanos han anunciado recientemente nuevos incentivos para atraer inversión rusa a Cuba, incluyendo la concesión de derechos a la tierra por 30 años y la exención de tarifas de importación para ciertas tecnologías, señala por su parte REUTERS.
A pesar de este acercamiento entre Rusia y Cuba, el escenario actual puede representar una oportunidad para que Estados Unidos busque un acercamiento con Cuba; o que sea Cuba la que busque enamorar a los EE.UU., una lección que parece haber aprendido muy bien el dictador venezolano Nicolás Maduro, aunque este aún no se ha entregado del todo.
Los Estados Unidos, al ver la debilidad económica de Rusia, podrían buscar debilitar aún más la posición de Rusia en el escenario mundial al atraer a Cuba hacia una relación más estrecha con ellos.
No están claros cuáles pudieran ser los planes actuales de los Estados Unidos para estrechar lazos con Cuba. Sin embargo, teniendo en cuenta la situación actual, esta opción podría estar en la mesa de discusión.
Estados Unidos tiene dos opciones: o sigue enfrentándose a Rusia, y dejar que esta se asocie con Cuba, o ganarse a Cuba – creen algunos – lo cual debilitaría aún más a Rusia; aunque no pocos expertos consideran que la clase gobernante en la isla no dejará «malo conocido, que bueno por conocer».
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