Las autoridades de la República Dominicana han elevado a 221 la cifra de fallecidos por el derrumbe del icónico centro nocturno Jet Set en Santo Domingo, ocurrido durante uno de sus tradicionales conciertos de los “lunes de merengue”.
“Logramos, todas las instituciones acá presentes, preservar la vida de 189 que pudimos rescatar, pero desafortunadamente un saldo de 221 personas”, declaró Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), en un comunicado a la prensa desde las inmediaciones de la discoteca.
“Hicimos todo el levantamiento”, relató, y aseguró que lo sucedido “real y efectivamente afecta a la sociedad dominicana”, añadió, antes de que la emoción lo obligara a hacer una pausa en su intervención.
Visiblemente conmovido, Méndez, quien ha liderado el COE por cerca de veinte años, expresó su “gracias del alma” a los cientos de rescatistas que han trabajado en el lugar desde la madrugada del desastre, así como al equipo internacional que se sumó a las tareas de rescate.
Junto a él, el ministro de Salud, Víctor Atallah, afirmó que tanto el Instituto de Patología Forense como el Instituto Nacional de Ciencias Forenses están trabajando incansablemente para asegurar “la identificación y entrega digna de los cuerpos afectados por la reciente tragedia”.
“Estamos incrementando nuestra capacidad para entregar los cuerpos. Cada uno de ellos requiere un proceso exhaustivo de necropsia, lo que toma tiempo, pero estamos obteniendo resultados en tiempo récord”, aseguró.
Entre los fallecidos se encuentra el reconocido merenguero dominicano Rubby Pérez, quien estaba ofreciendo un concierto la noche del incidente. Ayer, jueves 10 de abril, se llevó a cabo un servicio fúnebre en su honor en el Teatro Nacional Eduardo Brito.
El desastre en Santo Domingo se suma a otras tragedias recientes en la República Dominicana. En 2023, una explosión en San Cristóbal dejó 38 víctimas mortales, y en 2005, un incendio en una prisión de Higüey cobró la vida de 136 reclusos. El derrumbe de la discoteca Jet Set se posiciona ahora como uno de los siniestros más devastadores en la historia del país caribeño.
