De acuerdo con medios locales, los hermanos Espaillat son investigados por presunto homicidio voluntario, a raíz del derrumbe que provocó la muerte de al menos 236 personas, entre ellas el reconocido merenguero dominicano Rubby Pérez, quien ofrecía un concierto al momento del colapso.
El caso de Ediesky Piñeiro ha resonado con fuerza en las redes sociales, no solo por la brutalidad del crimen, sino por las circunstancias que rodean a la familia: una madre con dos hijas pequeñas, sin recursos, intentando salir adelante tras una pérdida irreparable.
Las autoridades de la República Dominicana han elevado a 221 la cifra de fallecidos por el derrumbe del icónico centro nocturno Jet Set en Santo Domingo, ocurrido durante uno de sus tradicionales conciertos de los “lunes de merengue”.
La comunidad dominicana, tanto a nivel nacional como internacional, se ha unido en solidaridad con las familias de las víctimas. Numerosos artistas y figuras públicas han expresado sus condolencias y apoyo a través de las redes sociales.
Ni los medios estatales ni las autoridades castrenses han emitido una declaración sobre lo ocurrido. La ausencia de un comunicado formal o una investigación abierta solo incrementa la indignación popular y la percepción de impunidad.
Por el momento, lo único claro es que una familia está destrozada y una ciudad entera busca consuelo ante una pérdida tan dolorosa como incomprensible.
Local 10 News destaca que la anciana de origen cubano, ha estado durante meses "parada al pie de las escaleras frustrada, incapaz de llegar al segundo piso del mausoleo donde descansan los restos de su esposo, Raúl Hernández.
La familia Figueredo sigue pidiendo oraciones y agradeciendo el apoyo recibido. Mientras tanto, la ciudad de Miami llora la pérdida de una niña cuyo futuro prometedor fue trágicamente interrumpido, pero cuyo legado perdurará en los corazones de todos aquellos que la conocieron y la amaron.
El accidente ha generado un debate en la comunidad sobre la seguridad vial y la capacidad de los conductores de edad avanzada para manejar vehículos. Joany Figueredo, en un conmovedor llamado, pidió a las familias reconsiderar si sus seres queridos mayores deberían continuar al volante.
Ambos casos han tocado el corazón de muchos, y la comunidad cubana, conocida por su solidaridad, tiene ahora la oportunidad de marcar una diferencia en la vida de estas personas. La familia de Yoel Valdés Piñeiro y el pequeño Kevin necesitan de todos nosotros.