Margarita Hernández, una anciana cubana residente en Miami Lakes se ve imposibilitada de visitar el mausoleo que guarda los restos de su difunto marido con el que estuvo casada durante 67 años. ¿Qué se lo impide? Un elevador roto.
Ha sido esa y es la causa: un ascensor averiado.
Local 10 News destaca que la anciana de origen cubano, ha estado durante meses «parada al pie de las escaleras frustrada, incapaz de llegar al segundo piso del mausoleo donde descansan los restos de su esposo, Raúl Hernández.
Hernández falleció en junio, y en el momento que falleció el ascensor funcionaba; pero cuando ella posteriormente vino a visitarlo en el Vista Memorial Gardens, la rotura del equipo le impidió presentar sus respetos.
“Quiero verlo, tocar dónde está. No puedo”, dijo la anciana cubana conteniendo las lágrimas mientras hablaba con el reportero Jeff Weinsier de Local 10.
“Sólo quiero hablar con mi marido. Lo extraño mucho”.
Su hija, Susy Pacheco, ha estado llevando a su madre al cementerio semanalmente, con la esperanza de que finalmente reparen el ascensor, pero este continua roto.
Pacheco expresó que había hecho múltiples esfuerzos por solucionar el problema del ascensor, incluyendo visitas a la oficina y llamadas telefónicas.
Sin embargo, las respuestas que recibió siempre eran excusas, indicando que no habían podido contratar a una empresa de ascensores para solucionar el inconveniente. Afirmó que la última razón que le dieron fue que estaban esperando por un trámite de la ciudad, pero nunca le proporcionaron un cronograma claro sobre cuándo el problema sería resuelto.
En redes sociales, otros usuarios mencionaron haber experimentado el mismo problema en el cementerio. Ante la falta de respuestas y la frustración acumulada, Pacheco decidió buscar la ayuda de los medios, por lo doloroso que le resultaba ver a su madre en esa situación y de esa manera.
Tras la intervención del reportero, dice el jefe de inspectores de ascensores de Miami-Dade, Nick Ortiz, fue que se pidió el permiso para reparar el ascensor.
Los registros del condado indican que los propietarios habían decidido sacar el ascensor de servicio para modernizarlo voluntariamente, pero Ortiz advirtió que las reparaciones podrían extenderse hasta dos meses debido a las placas de circuito dañadas.
Mientras tanto, la anciana cubana se encuentra ansiosa, esperando el momento en que pueda finalmente visitar a su esposo, una situación que le ha quitado el sueño, confesó.
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