Nada de lo que improvisaron hasta ahora funcionó. Si Ud. le pregunta al pueblo, que al final es quien más ha sufrido, de qué han servido estos cuatro años de «ajustes económicos», le dirán que de nada.
Ahora se viene otro «reajuste» que implica, por ejemplo, volver a recoger dólares.
En un esfuerzo por controlar la inflación y regular el crecimiento del sector privado, el Gobierno de Cuba ha anunciado una serie de medidas restrictivas que impactan directamente en las operaciones de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), señala la agencia Reuters. Estas acciones se suman a la reanudación de la aceptación de divisas en efectivo para ciertos sectores, como una estrategia para mitigar las pérdidas económicas significativas que enfrenta el país.
Aumento de la Regulación sobre el Sector Privado
Desde la legalización de las empresas privadas hace dos años, Cuba ha visto un florecimiento en este sector, que ahora incluye más de 11,000 negocios. Estas empresas se han convertido en un soporte crucial para muchos cubanos, ofreciendo alimentos y servicios esenciales ante la escasez de productos subsidiados por el gobierno. Sin embargo, esta expansión ha venido con un costo: un aumento en la inflación y una crisis económica que se profundiza.
Para abordar estos problemas, el Consejo de Ministros de Cuba realizó una sesión «extraordinaria» donde se propusieron seis decretos diseñados para «ordenar» el sector privado. Estas propuestas incluyen la creación de un nuevo «instituto nacional» que supervisará las empresas no estatales. Además, se han implementado controles más estrictos en los precios de productos básicos como el pollo y el aceite vegetal, y se han limitado los beneficios sobre estos bienes al 30%, una medida que ha generado descontento entre los empresarios.
Impacto de las Nuevas Regulaciones Fiscales y Monetarias
En un movimiento sorpresivo, el Primer Ministro Manuel Marrero anunció la reintroducción de la aceptación de pagos en divisas en efectivo dentro del sector turismo y en tiendas seleccionadas. Esta medida revierte una prohibición impuesta en 2021 y busca atraer más ingresos en divisas. A la par, el gobierno ha implementado el cobro de aranceles en dólares a las importaciones del sector privado y establecido nuevos requisitos para las operaciones de comercio exterior, lo cual ha añadido una capa adicional de dificultad para las mipymes.
Estas políticas también se extienden a la gestión de divisas, con un nuevo esquema que permite al gobierno administrar mejor las cuentas en divisas de las entidades estatales y asegurar que todos los pagos de importación se realicen dentro del sistema bancario cubano. Esto se espera que frene la salida de capital y fortalezca las finanzas estatales, aunque también podría resultar en una mayor escasez de productos básicos.
Reacciones y Consecuencias Económicas
La reacción ante estas medidas ha sido mixta. Algunos ven estas regulaciones como necesarias para estabilizar la economía, mientras que otros las critican por estrangular la iniciativa privada y aumentar la burocracia. Además, la implementación de estas políticas ha resultado en un número significativo de multas y cierres de negocios por incumplimientos regulativos.
A pesar de las intenciones del gobierno de estabilizar la economía, las nuevas medidas han generado incertidumbre entre los empresarios y la población en general.
La economía cubana sigue siendo golpeada por la pandemia, sanciones de EE.UU., y un modelo estatal ineficiente marcado por la burocracia y la corrupción. El futuro económico de Cuba parece depender en gran medida de cómo estas nuevas políticas serán implementadas y si podrán efectivamente equilibrar la necesidad de control estatal con el dinamismo del sector privado.
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