El único bebé lesionado como consecuencia de la explosión ocurrida en el Hotel Saratoga el pasado 6 de mayo fue dado de alta hospitalaria y ya está fuera de peligro junto a su familia, informaron medios estatales cubanos.
Arón Dávila González, que recibió el impacto de un objeto de madera en la cabeza, estuvo ingresado en estado crítico en el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras.
Con apenas dos años, fue el más niño más pequeño entre los heridos del siniestro, que provocó la muerte de 46 personas, entre ellas cuatro menores de edad y una mujer embarazada.
De acuerdo con un reporte del Noticiero de la Televisión Cubana, la madre del bebé contó que iban caminando cruzando la calle frente al hotel en el momento del estallido.
«Tengo al niño cargado y cuando voy por el separador del Saratoga siento una explosión. Yo no se para dónde cogió el niño, ni supe nada. Siento que hay mucha nube de polvo que no podía ver pero mantuve la calma porque no sabía qué había alrededor mío o si me podía caer, pero en ese momento hubo como una brisa que me dejó ver al niño delante de mi».
La joven madre recuerda que el chofer de un taxi privado «medio lloroso por lo que había pasado» le dijo «vamos, vamos», y fue quien los transportó hasta el hospital.
«Yo quisiera en algún momento si él me está viendo o alguna familia, que sepa que yo quiero agradecerle», dijo la madre del bebé lesionado.
A escasas horas de haber llegado al Hermanos Ameijeiras, uno de los centros hospitalarios más famosos de La Habana, los especialistas explicaron a la madre que “un objeto extraño de unas dos pulgadas y media había penetrado el cerebro del niño como un proyectil”.
Los médicos aseguran que gracias a los cuidados y tratamientos dados al bebé, hoy está fuera de peligro y no presenta secuelas, pese a que el objeto de madera lo impactó cerca del área motora. «Él es un guerrero desde que nació», dijo la madre del pequeño, que nació de ocho meses, y agradeció al personal sanitario que lo atendió desde el principio
