La actriz cubana Saily Cabezas, recordada por el público de la isla por su personaje de Amandita en la telenovela La cara oculta de la luna, ha reaparecido en redes sociales convertida en una madre feliz.
Así lo demuestra la fotografía que acaba de compartir en su perfil de Facebook, donde aparece sonriente cargando a su pequeño hijo, Alejandro, hoy de unos tres años, y su sobrina adolescente.
Ya en agosto del año pasado, entrevistada por la también actriz cubana Limara Meneses en el podcast ‘Ser mamá es de madre’, Saily había contado que dio a luz en 2020, en plena pandemia de coronavirus, en Santa Cruz de Tenerife, España.
Para Saily, que se mantiene bastante alejada del mundillo digital, fue “muy triste” emigrar después de grabar La cara oculta de la luna, que narra la historia de cinco personas de diferentes edades, origen social y nivel cultural que se contagian de VIH, porque hubiera querido hacer más cine y televisión en Cuba.
No obstante, en España ha estado vinculada a varios proyectos, “sobre todo de teatro”. De hecho, ha protagonizado musicales infantiles, “algo en lo que nunca había incursionado en Cuba”.
Según ha relatado, antes de enamorarse, echar raíces en Tenerife y convertirse en madre a los 37 años, Saily viajó bastante y vivió en otras ciudades españolas como Madrid, y en Atenas, Grecia.
Además, ha confesado que siempre le han gustado los niños y “he tenido mucha química con ellos”. En tal sentido, ha dicho que veía venir que sería una madre dedicada ya que a la hija de su hermana, ya de unos 13 años, la “consentía muchísimo” desde pequeña.
Antes de ser Amandita en La cara oculta de la luna, que protagonizó junto a Alejandro Cuervo (Léster) y fue transmitida en 2005, la actriz participó en la telenovela Violetas de agua y la serie Enigma de un verano a principios de los 2000.
“El director nos daba libertad a los actores para que les diéramos forma a los personajes, y como estaba basada en historias reales, era una carga muy bonita. Nosotros nos quedábamos vacíos en cada escena”, ha detallado sobre su experiencia como Amandita.
Vale destacar que Amandita era una tímida adolescente que adquiría el virus tras ser presionada por una amiga para dejar de ser una “puntualita” y tener relaciones sexuales desprotegidas con Léster.
Saily, natural de San Antonio de los Baños, actual provincia de Artemisa, se formó como actriz en la Escuela Nacional de Arte y el Instituto Superior de Arte en La Habana.
Aunque desde pequeña se vinculó a la radio y el teatro, su primer rol célebre fue en Violetas de agua (2001), en cuyo elenco estaban “estrellas” como Albertico Pujol y Jacqueline Arenal.
También en 2001 salió Enigma de un verano, donde encarnó a una joven ciega y dulce que le dio “muchas alegrías”. De acuerdo con Saily, en la calle el público la confundía con su personaje y le preguntaba si de verdad no podía ver.
En 2015 Saily volvió a Cuba, donde “tenía muchas ganas de volver a actuar”, para hacer Caperucita, “una obra que tantos momentos dulces nos ha dado en Islas Canarias”, señaló.
