Tras varios meses desaparecida del menú de los cubanos, la papa reapareció este mes en los comercios estatales cubanos con un nuevo precio 120% superior, a 11 pesos la libra, aunque en el mercado informal esa misma cantidad se vende hasta por 120 pesos.
En un contexto de escasez de alimentos y productos vitales sólo comparable con el llamado Periodo Especial de la década de 1990 en la isla, el aumento de la inflación impide a muchos cubanos hacer las tres comidas diarias.
La papa, un cultivo estacional que en otros tiempos era un salvavidas para los habitantes de la isla, desde hace años engrosó la lista de alimentos prácticamente extintos de las mesas en la mayoría de los hogares cubanos.
“A mí no me da la cuenta, el Estado le subió el precio de la papa pero todavía esas libritas que venden por la libreta (de racionamiento) las puedo pagar, ahora, en la calle no tengo forma de comprarlas, ni con tres salarios”, dijo una joven mientras averiguaba por los precios en el agromercado de 19 y B, en el Vedado habanero.
La profesora universitaria, que pidió mantener en secreto su identidad para evitar problemas, opina que en Cuba está ocurriendo un fenómeno de “gentrificación” de ciertos alimentos como la carne, los productos lácteos y por último la papa, un tubérculo “de clase alta”, según sus palabras.
La inflación es un fenómeno económico que se produce cuando el nivel general de precios de bienes y servicios en una economía aumenta, lo que provoca un impacto negativo en el costo de la vida y afecta sobre todo a los trabajadores asalariados y los jubilados.
Según datos oficiales de octubre de 2021 al mismo mes en 2022, la inflación en Cuba aumentó casi un 40%.
En el caso de los alimentos, en diciembre pasado se observó un incremento de precios superior al 76 %, alcanzando valores prohibitivos para la mayoría de los bolsillos.
