En un contexto de aguda crisis energética, Ramiro Valdés ha hecho un llamado urgente a las familias cubanas para que intensifiquen sus esfuerzos de ahorro energético. Es decir: un llamado más.
Durante una sesión del Consejo Energético Nacional en la sede de la Unión Eléctrica (UNE), Valdés enfatizó la necesidad de un uso más racional de la energía ante un déficit de generación que supera los 1400 MW en las horas pico, una cifra alarmante si se considera que la demanda total ronda los 3000 MW.
Ramiro Valdés subrayó que medidas sencillas como apagar luces innecesarias podrían significar un gran alivio para el sistema energético nacional, según se reiteró en una publicación en la red social X.
La crisis no solo ha expuesto las debilidades estructurales del sistema energético de Cuba, sino que también ha puesto de manifiesto la desconexión entre las exigencias a la ciudadanía y el consumo históricamente desmedido de figuras como Ramiro Valdés.
Este último ha sido criticado más de una vez por pedir sacrificios a los más humildes, mientras él mantiene un nivel de vida energéticamente opulento, ilustrando la disparidad entre la élite y el pueblo cubano.
En un país marcado por la lucha y la resiliencia de frente a los apagones, este nuevo llamado de Ramiro Valdés al sacrificio ha resonado con fuerza, dejando ver su tremendísimo descaro.
Igual hizo en septiembre del 2020, cuando su mala memoria le hizo pedir sacrificio energético al pueblo cubano mientras él mantenía todos los días encendidas las luminarias de la cerca perimetral de su casa y esta, dentro, lucía como todo un arbolito de Navidad.
A esas luces hay que sumar las luces de seguridad, que incluso gastan más.
“A esas súmales las del embarcadero, que son también muchas, situadas unas al lado de las otras. Eso ahí está más iluminado que la Luna”, afirmaba ese año, ese mes, Juan Juan Almeida, en llamada telefónica que le hiciera este periodista para confirmar la cantidad de luces que tiene el poco austero Ramiro en su morada.
Lo único destacable y meritorio de la reunión sostenida por Ramiro esta mañana es que al menos en ese momento, se fue consecuente con lo que se pregonaba – el ahorro energético – a diferencia de una reunión celebrada en días pasados, por igual motivo, en Santa Clara, Villa Clara, donde, a plena luz del día, encendieron todos los bombillos de un salón y según una fuente de entero crédito, tenían puesto el aire acondicionado.
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