En medio del frenesí habitual de las redes sociales, donde la fugacidad lo es todo, la modelo e influencer cubana Rachel Arderi logró detener el tiempo con un video que ha tocado la fibra más sensible de sus seguidores. Desde su cuenta de Instagram, la esposa de Bebeshito compartió una escena que, lejos de ser otra pose para el algoritmo, se convirtió en un homenaje tierno y visualmente encantador al amor más genuino: el que une a una madre con su hijo.
“Mi primer amor”, escribió Rachel junto al clip que, en cuestión de horas, acumuló más de medio millón de vistas y se llenó de corazones rojos, emojis de caritas llorando de ternura y mensajes de admiración. El video, editado con ritmo narrativo y buena dosis de teatralidad, muestra a la influencer en pijama -un conjunto rosado a rayas, pantuflas incluidas- cuando descubre a su hijo Yan Carlos esperándola vestido con un traje negro, camisa blanca y pajarita roja. Todo un dandy en miniatura.
Apenas segundos después, Rachel se transforma y reaparece con un vestido corte de princesa de color rojo escotado, ajustado en el busto y de falda amplia, combinando con tacones negros. Es un look digno de una alfombra roja… o de un cuento de hadas. La química entre ambos es evidente: Yan Carlos le besa las manos como todo un caballero, y la escena culmina con un abrazo largo y sentido que ha dejado suspirando a miles de usuarios.
El video también pone sobre la mesa un concepto que ha ganado fuerza en redes sociales en los últimos años: la “estética del amor cotidiano”. Se trata de mostrar lo íntimo, lo hogareño, pero con un toque cinematográfico que eleva lo simple a arte. Arderi, con su estilizada puesta en escena, logró eso: hacer de una interacción con su hijo un momento de belleza universal.
Rachel Arderi, aunque no ha vivido en la Isla en los últimos meses, mantiene una presencia sólida entre los cubanos que siguen la farándula criolla desde el exterior. Su estilo, entre glamoroso y maternal, gusta porque se aleja de los extremos: no cae en el exceso ni en el descuido. Y eso, en un entorno donde las redes suelen premiar lo estrafalario, es un respiro.
Las reacciones en los comentarios hablan por sí solas: “Ese niño más lindo no puede ser”, “El príncipe y la reina perfecta”, “Me veo en ti con mi niño, qué lindura”. Son frases espontáneas que revelan el impacto de una imagen bien construida, pero también genuina.
Yan Carlos, de 6 años, es el hijo mayor de la modelo (de 22 años), quien hace unos meses se convirtió en madre por segunda ocasión de la pequeña Mía. Los tres conforman una sólida y amorosa familia con el famoso reguetonero cubano Oniel Bebeshito a la cabeza.
