La vida puede cambiar en un segundo. Para Rachel Arderi, un simple trayecto en auto se convirtió en una experiencia aterradora que la hizo reflexionar sobre lo frágil que puede ser la existencia. La influencer y modelo cubana, conocida en redes por compartir su vida familiar junto a su esposo, el reguetonero Oniel Bebeshito, vivió un accidente de tránsito que, aunque no le dejó lesiones graves, sí le removió heridas del pasado.
Más allá del susto del momento, este episodio la llevó a recordar uno de los momentos más dolorosos de su infancia: la muerte de su hermano cuando ella tenía solo cinco años.
Todo ocurrió el martes por la tarde, cuando Rachel salía del gimnasio. Lo que parecía un día normal terminó en un aparatoso accidente que dejó su auto destrozado y a ella en estado de shock. Aunque físicamente estaba bien, la experiencia la hizo sentir que, por un instante, su vida podía haber terminado ahí mismo.
“A veces uno ve las cosas en películas y piensa que nunca le van a pasar, hasta que te pasan y te das cuenta de que la vida es tan corta, de que la puedes perder en un minuto”, confesó la influencer en un video de Instagram.
En medio del caos, su mente solo tenía un pensamiento: sus hijos y su madre. “Solo pensaba en que mis hijos no merecen perderme tan temprano, en que mi mamá no se merece perder a otro hijo más.”
Rachel Arderi recordó que su madre ya había vivido una tragedia similar cuando ella era apenas una niña. La familia perdió a su hermano en circunstancias que la influencer no detalló, pero cuyo impacto sigue presente en su vida.
“Mi mamá perdió a mi hermano cuando yo tenía 5 años. Yo solamente le decía a Dios: ‘Sálvame, no permitas que me muera, yo no quiero morirme’”.
Para Rachel, la idea de que su madre pudiera atravesar nuevamente el duelo por un hijo era insoportable. El miedo de revivir esa pérdida hizo que la experiencia del accidente fuera aún más aterradora.
El accidente no solo fue un choque físico, sino también emocional. Mientras trataba de asimilar lo que acababa de ocurrir, escuchó a dos personas hablar entre ellas: “Uno le dijo al otro: ‘No, deja eso, que la persona que está adentro ya debe estar muerta’”. Ese comentario la hizo sentir aún más vulnerable y la llevó a un estado de crisis.
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Rachel también reveló que padece de episodios de ansiedad y ataques de pánico, y que la situación empeoró su estado emocional. “El que sabe qué es, sabe que es terrible padecer de eso, es súper triste y realmente lo único en lo que uno piensa es que se va a morir”.
Aun cuando se dio cuenta de que había sobrevivido, la sensación de irrealidad la invadió. Se aferró a cualquier persona que se le acercaba, buscaba contacto humano, necesitaba sentir que estaba viva. “Tocaba a cualquier extraño, los abrazaba, miraba al cielo y le daba gracias a Dios porque no me morí”, narró en su video.
La policía que llegó al lugar del accidente le dejó claro que lo que había pasado era casi un milagro. “Me dijeron que con todos los años de experiencia que tenían, nunca habían visto a alguien salir caminando de un accidente así”.
Ese momento marcó un antes y un después para Rachel. Ahora, con una nueva perspectiva sobre la vida, tiene más claro que nunca lo valioso que es cada instante. “Ahí es cuando me doy cuenta de que la vida es tan corta y que Dios siempre ha estado conmigo”, zanjó.
