Otra vez el diario oficialista Granma «salió al paso» para «explicar» -más bien intentarlo- lo sucedido en el hospital del municipio de Sagua la Grande, donde la vox populi echó a correr una bola que el libelo oficialista y órgano de prensa partidista llama «fake news».
En realidad los hechos que Granma «explica» no sucedieron tal y como «alguien» lo contó y Radio Bemba se encargó de difundir; pero…
Dice Granma, desde el titular, que «no falleció ningún niño en Sagua la Grande ni profesionales de la salud resultaron atacados», y que «una vez más las fake news agitan nuestra cotidianidad con el objetivo de sembrar incertidumbre y terror entre los ciudadanos».
«Explica» además que «medios locales desmintieron el rumor que circula en las redes sociales relacionado con el fallecimiento de un menor en el Hospital de Sagua La Grande y la agresión hacia el personal médico que lo atendía», y convenientemente publica una imagen con el siguiente pie de foto: «Pacientes del hospital siendo atendidos».
Precisamente todo lo contrario a esto último fue lo que motivó el bulo, según pudo verse en las imágenes que una internauta publicó en Facebook.
El video lo aclara todo: los pacientes no estaban siendo atendidos. Estaban muriendo sin ser atendidos. No se les estaba suministrando oxígeno. No estaban siendo vistos por ningún médico. De hecho, en el video -que dura varios minutos- se ve a un solo médico en escena. El resto, agentes de la Seguridad del Estado, presumiblemente, vestidos de civil.
Granma refiere asimismo que el portal Telecubanacán informó a través de su página de Facebook que «quien falleció en la institución hospitalaria fue una anciana de 70 años, del municipio Corralillo, residente en el poblado de Rancho Veloz, quien ingresó en el hospital Mártires del 9 de Abril (hospital de Sagua la Grande) remitida desde su municipio». No aclara lo que en el video se denuncia. Que la anciana murió sola, en su cama, sin que se le suministrara oxígeno ni medicamento alguno. Sin que un médico o enfermera estuviese allí. En el video, además, la persona que graba añade que en la mañana, en la cama al lado de la señora fallecida, murió otra persona en similares circunstancias: sin ser atendido.
Granma ni aclara ni desmiente esto. Dice que «la anciana ingresó el 4 de agosto a las 12 del día en la sala 4 A, cama 10, en la sala destinada a los pacientes positivos de alto riesgo con PCR confirmado» y que «a las cuatro de la tarde del 6 de agosto falleció,» y que «la causa fue muerte súbita debido a un trombolismo pulmonar».
De acuerdo con la denuncia de la persona que graba el video y que «resume» grosso modo el malestar generado, en parte, entre las personas que estaban dentro del hospital de Sagua la Grande, entre pacientes y familiares, presuntamente, entre ese 4 de agosto y el 6 de agosto, a la señora no se le asistió con medicamentos en modo alguno. Granma convenientemente no habla de este particular pero dice que -ojo, este fragmento es clave en la «explicación»- «en ausencia del médico en el momento del suceso acude el doctor intensivista Lázaro López Hernández y los enfermeros Marai Méndez y Luis Miguel Jiménez Perdigón, quienes asistieron a la paciente con respiración cardiopulmonar pero no lograron su recuperación».
«En ausencia del médico en el momento del suceso» es la clave de todo.
Fue por ello que -y el Granma lo reconoce- «ante el suceso, el hijo de la fallecida reaccionó con fuertes y agresivas palabras contra el personal de salud, creando un clima desfavorable para los pacientes de la sala 4 A, a la que acudieron autoridades del centro y del territorio».
¿Cómo reaccionaría no solo Yailín Pérez Orta, directora del diario Granma si viese a su madre ingresada, enferma de covid-19, en una cama, sin que se le suministren oxígeno y medicamentos, sino cualquier otra persona? La clave del suceso está ahí. Que la voz popular haya trocado «una anciana por un niño», o que le haya agregado «una puñalada a un médico», es lamentable como equívoco, pero no quita mérito a la denuncia principal, que es la misma que por estos días viene sucediendo en varias provincias del país, en casi todos los hospitales. La falta de medicamentos. La falta de ambulancias para trasladar enfermos. La falta de médicos en esos hospitales. O… ¿por qué Miguel Díaz-Canel recogió a un millar de sus médicos de Venezuela y otros de Panamá y los ha traído de corre-corre para Cuba?
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En días pasados el medio oficialista Invasor desde Ciego de Ávila revelaba que hay ¡cien consultorios del médico de la familia sin médicos! Una periodista de ese diario, Katia Siberia, escribió un artículo en la plataforma Medium -seguramente luego de no ser autorizada su publicación en el Invasor, pues Siberia no había escrito nunca antes en otro lado- donde queda expuesto un drama que sacude a toda Cuba y que genera malestares por toda la isla: la falta de personal médico y sanitario para atender a los enfermos. En el texto, Siberia recoge como el director del hospital ejerce como camillero ante la falta de personal en el centro de salud.
Granma otra vez le hizo el swing a la bola mala. Prefiere enfocarse en un hecho puntual: desmentir «la fake news». Pero… no hay fake news en cada una de las causas expuestas y que generaron las molestias en el hijo de la fallecida.
Apenas «la voz popular» cambió a una anciana por un niño. Todo lo demás es fiel a los hechos.
Al Granma le sucedió otra vez lo mismo al intentar maquillar la verdad de unos hechos. Como en días pasados, cuando quiso decir que «no había fosas comunes ni enterramiento en el monte», en Santiago de Cuba; y para desmentir dijo que los enterramientos -en tierra- se hacían siguiendo las normas técnicas, y que «se habían trasladado» fuera de Santa Ifigenia, porque este cementerio ya no daba abasto.
Verde con puntas… ¡guanábana!