Como «agua», califica Beatriz González un perro caliente con carne de cerdo que compró el pasado jueves en Playa, elaborado por Prodal, y el que ha optado hoy por calentarlo en el microwave y metérselo dentro del pan que le dio a sus nietos para la merienda.
Decidió hacerlo así porque, el sábado, cuando lo frió para la cena en la casa, «se encogió».
«Era más agua que otra cosa y se fue reduciendo,» expresa Betty vía telefónica luego de ser consultada con relación a este tubo de un kilogramo de perro caliente que vendieron recientemente en el Tencent de 23 y 10, en el Vedado, y comercializado por Prodal.
«Sí, lo compré, y es tremenda porquería. Pero bueno, sirve para calzarle el estómago a los muchachos en la escuela,» expresó.
Una denuncia vista en Facebook señala que el perro caliente gigante cuesta 340 pesos moneda nacional.
Es fabricado en el patio, por la empresa Prodal; la misma empresa responsable de las croquetas explosivas.
Un internauta identificado como Sergito Fdez expresaba:
«Está estafa la compré hoy en el Tencent de 23 y 10. Costó 340 pesos, y yo obligado a comprar pues no hay más nada de comer. De verdad Prodal y Tencent que 1 kg de «perro caliente» cuesta 340 pesos? 4 paquetes de salchichas, perritos de verdad, no pasan de 150 pesos y pesan más. Uds merecen un solo calificativo… Pero ya lo conocen. Por cierto, en la tablilla decía perro caliente de cerdo, así que ni el sabor….,» exclamó.
«Es verdad, no sabe a cerdo; sabe a harina con grasa,» confirmó Betty en la llamada.
La receta del paquete, según puede leerse, contiene un preparado de puerco con «harina, agua, cilantro, ajo y cebolla.»
«No sé qué cilantro es ese o cuánto le echaron, porque no se le siente tampoco, y el cilantro es fuerte,» dice además la fuente.
Prodal no parece satisfacer las necesidades alimentarias de un pueblo con sus productos cárnicos. Eso es un hecho más que comprobado.
Betty cree que la causa es la misma que «el jabón de Suchel«.
«La composición dice una cosa, pero le echan menos, así roban el producto bruto. Echan menos mása cárnica, menos condimento. El Departamento de Calidad debería velar por eso,» explica esta veterana económica y trabajadora de un Departamento Comercial en Gran Caribe durante casi 30 años, quien confiesa que, a pesar de la poca calidad que tenía, ya ellos en la casa – son cinco – le dieron camino al perro caliente.
«Ya eso está digerido, y por lo menos ni diarrea me ha dado,» dijo al finalizar la llamada.
tal vez quieras leer: «Canel lo llama resistencia, pero esto es hambre»
