Robert Koehler, de 63 años, un presunto violador serial que durante décadas estuvo siendo perseguido por la policía, compareció ante la justicia en Miami, subió al estrado y le dijo al jurado que era inocente y que la policía lo había incriminado.
Apodado el «violador de la funda de almohada», este hombre está siendo acusado de ser un violador serial, y de agredir a decenas de mujeres durante décadas. Se le llama así, el «violador de la funda de almohada», porque colocaba una almohada o una manta sobre el rostro de las víctimas, en el momento de ejecutar la violación.
Tras décadas de persecución, este anciano compareció en su juicio el lunes., dijo 7News.
Sentado en el estrado, en silla de ruedas, y respondiendo a las preguntas de un fiscal, que le preguntó directamente si había violado y secuestrado a una víctima determinada, el anciano dijo que «NO» lo había hecho.
Sin embargo, los investigadores creen firmemente que Koehler es el sujeto responsable de docenas de violaciones en el sur de Florida ocurridas en la década de 1980.
El hombre fue arrestado en 2020. alrededor de veinte años después de ocurridos los hechos cuando, según los investigadores, se descubriera que su ADN está relacionado con al menos seis casos de violaciones perpetradas por el «violador serial de la funda de almohada».
Esta primera jornada en el juicio fue muy impactante, pues el anciano, al subirse al estrado contó cómo fue secuestrado por la policía y torturado.
“Lo primero que sentí fue un dolor terrible. Estaba desnudo en una especie de silla. Yo tenía una capucha sobre mi cabeza. Recibí disparos [eléctricos] una y otra vez, sentí cómo se amartillaba el mecanismo con el arma justo aquí en mi sien”, contó Koehler sobre el interrogatorio que le hizo la policía.
Dijo que, mientras era sujetado por al menos 7 correas, lo obligaron a presenciar asesinatos; e incluso lo obligaron a asesinar una niña pequeña, en la que sus captores usaron una cuerda para presionar su dedo contra el gatillo.
El anciano fue más allá en su relato. Dijo que, cuando fue detenido, la policía le colocó algún tipo de dispositivo de rastreo en su brazo izquierdo, lo llenó de drogas y amenazó con matar a su familia si alguna vez se lo contaba a alguien.
Durante las declaraciones de apertura del jueves, su abogado defensor repitió la misma historia: dijo que su defendido era una víctima y que fue incriminado por policías corruptos.
Pero, ¿cómo obtuvo la policía su ADN?
Dice el anciano presunto violador serial que entre 1981 y 1986, el fue interrogado varias veces por la policía; y que en esos cinco años, sus captores recolectaron sus muestras de semen y cabello. Dijo que él entonces no sabía por qué lo habían hecho.
“Si tuviera que cruzar ese umbral e ir a las autoridades y contarles lo que me sucedió y cuál era este plan que tenían, los miembros de la familia serían asesinados. Me tenderían una trampa por sus asesinatos por múltiples cargos de asesinato uno”, dijo Koehler. “Estaría sentado en una prisión sin que nadie me ayudara en el corredor de la muerte”.
La fantasiosa historia fue rebatida por un fiscal, quien dijo que este sujeto habría tenido un «mal episodio de LSD” (el LSD provoca sus efectos alucinógenos característicos a través de la interacción con los receptores de serotonina en el cerebro) y para demostrar su teoría le hizo una pregunta:
«¿Cuándo fue el último día que te secuestraron?»
Koehler, que había dicho que fue entre 1981 y 1986, respondió que no sabía con precisión, pero que fue «el último día del año 1980 o los primeros días del 1981”.
El fiscal respondió entonces:
“¿Recuerdas que tenías siete correas en el cuerpo, pero no recuerdas la fecha exacta en que te secuestraron?
“Eso es correcto”, dijo Koehler.
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