Polizón llega a Amsterdam tras viaje de 11 hrs en tren de aterrizaje

Havana
muy nuboso
25.2 ° C
25.2 °
25.2 °
88 %
4.1kmh
75 %
Jue
26 °
Vie
25 °
Sáb
26 °
Dom
27 °
Lun
27 °

Un polizón fue encontrado vivo abrazado a una rueda de un avión que cubrió la ruta Johannesburgo – Ámsterdam después de un viaje de más de 11 horas.

Las autoridades holandesas descubrieron al polizón escondido en la rueda delantera de un avión de carga cuando aterrizó en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam el domingo por la mañana.

Según indicó un portavoz del aeropuerto de Schiphol y la policía, el hombre había estado escondido durante más de 11 horas desde que el avión partió de Johannesburgo, Sudáfrica.

Los tiempos de vuelo entre Johannesburgo y Ámsterdam promedian unas 11 horas, y si el vuelo tuviera una escala en Kenia, el viaje habría sido varias horas más largo.

Muy posiblemente este haya sido el vuelo más largo efectuado por un polizón escondido en el tren de aterrizaje de un avión, en las condiciones más extremas de frío y que haya sobrevivido.

Vuelos y polizones.

El pasado mes de noviembre un migrante guatemalteco llegó a la ciudad de Miami escondido en el tren de aterrizaje de un avión que salió desde Guatemala.

En una nota publicada en el diario La Hora, desde el país centroamericano la periodista Jeanelly Vásquez se preguntaba ¿cómo sobrevivió el polizón oculto en un tren de aterrizaje a tantos metros de altura en condiciones extremas?

Luego de analizar el caso del polizón guatemalteco y otros, llegaba a la siguiente conclusión: son casos raros, los de aquellos que viajan en condiciones extremas – frío y falta de oxígeno – a más de 10 mil metros de altura. Las condiciones también incluyen el modelo de la aeronave y su configuración. No todos los aviones presentan similares características. Ello influye, dijo al diario una fuente conocedora de aviación. Si las condiciones técnicas varían, ello puede ser decisivo en que el polizón sobreviva o no al peligroso viaje.

En el caso del polizón guatemalteco, este viajó escondido en el tren de aterrizaje dde un Boeing 737-800 que partió de su destino a las 6:18am.

Normalmente un vuelo de estos se eleva a 30 mil o 35 mil pies de altura (hasta unos 10,668 metros), describió la fuente. “Si hablamos de 35 mil pies de altura, hablamos de los -55°C y una persona entra en grado de congelación a los 0°C. Para mí es increíble que esta persona, si es de verdad, haya sobrevivido”, comentó.

El experto dijo que más allá del frío en la altura, el espacio en donde el individuo pudo resguardarse no presenta ninguna condición apta para su resguardo. En su criterio no hay cabida para un cuerpo humano en el área. “Es casi imposible, solo que fuera un buen contorsionista”, dijo.

Otro problema es el oxígeno. La presión en la tierra es casi del 80% de oxígeno. En los aviones, las cabinas donde viajan los pasajeros son presurizadas, para igualar los niveles de oxígeno en tierra pero, en el área del tren de aterrizaje no existe presurización alguna.

“Obviamente, afuera la presión es menor, el oxígeno es menor, casi que un 1% a 5% de oxígeno si mucho,» dijo el experto que, además, incluyó otro elemento de alto riesgo: los aviones aterrizan en las pistas a una velocidad cercana de 240 kilómetros por hora.

Entonces, ¿cómo es que pudo sobrevivir este polizón y otros?

Según la periodista Romina Ruiz-Goiriena, de un centenar de individuos que han intentado viajar en trenes de aterrizaje de avión desde los años 40, la mayoría han muerto en el intento, de acuerdo con registros de la FAA.

“Según la FAA en EEUU, hasta febrero de 2021, 129 personas han intentado refugiarse en los trenes de aterrizaje u otras áreas de aviones comerciales alrededor del mundo desde 1947. De estas, 100 personas (el 78%) murieron a causa de lesiones o exposición durante el vuelo”, compartió Ruiz-Goiriena en su cuenta de Twitter.

Dos casos de sobrevivencia: un polizón es cubano

El análisis hecho por la entidad gubernamental estadounidense recoge el estudio de dos casos de pura sobrevivencia: el de un individuo, cubano, que viajó desde La Habana, Cuba hacia Madrid, España; y otro que partió de Bogotá, Colombia a Miami, Florida. En ambos casos las altitudes de ambos vuelos fueron de al menos 35 mil pies, con temperaturas estratosféricas en el rango de (-) 65F. En ninguno de esos dos casos el tiempo de vuelo llegó a las diez horas de viaje.

En su informe, la FAA añade que es poco común que un individuo sobreviva a estos escenarios, pero reconoce que algunos factores pueden incidir en la sobrevivencia.

Por ejemplo, menciona el hecho de la presencia de líneas hidráulicas calientes en el hueco de la rueda y que los neumáticos pudieron proporcionar un calor significativo a los sujetos.

Los individuos expuestos a altas alturas pueden padecer una hipoxia, o lo que es lo mismo: falta de oxigenación en el cerebro. Debido a la falta de presurización el ascenso estable de la aeronave pudo permitir que la hipoxia condujera a una inconsciencia gradual. Es decir, a que el individuo quedara inconsciente.

Entonces sucede que la hipotermia acompaña a la hipoxia profunda, preservando la viabilidad del sistema nervioso. “Con el descenso y el calentamiento, junto con el aumento de la presión de oxígeno atmosférico, la hipoxia y la hipotermia se resolvieron lentamente”, reflejó el análisis.

Un experto consultado por La Hora rebate esta tesis y afirma categórico al hablar del caso del polizón guatemalteco:

“El ser humano aguanta en promedio 10 minutos de hipoxia, si no es menos; me parece un caso increíble que haya sobrevivido”

tal vez quieras leer:

Polizón llega a Miami desde Guatemala en el tren de aterrizaje de un avión

Entre Record Guinness y bajas temperaturas.

Tampoco concuerda del todo la popular aviadora, Mar Dosil, con el informe de la FAA. Ella menciona que un persona estandard ‘no fumadora’ puede soportar hasta 14 mil pies (unos 4,267 metros) de altitud respirando de manera natural, y «un deportista alpinista del Monte Everest puede soportar los 29 mil pies bajo una estricta superación de cada paso de su escalada con trajes especiales para el frío y la hipoxia como riesgo latente”.

Sin embargo, en ambos casos el ascenso es gradual, lo cual no sucede así en el caso de un polizón.

En el caso del polizón guatemalteco que voló a más de 30 mil pies de altura y llegó de alguna manera consciente – aunque aturdido según se pudo ver en las imágenes – señala Dosil:

“Este señor lo hizo de cero pies a 33 mil pies durante casi 3 horas de un solo empujón Y ESTÁ VIVO!!! De verdad sin palabras, que me expliquen esta hazaña, aunque me gustaría tener la opinión de un médico neurólogo si es posible para que atienda 2 locos de una sola vez, a mí y a él”, indicó la profesional.

Y claro, cuando se habla de persona «standard» también hay que incluir al polizón cubano que sobrevivió durante 9 horas «un frío similar al que afrontaban los montañistas de los Himalayas” detalló el medio que cubrió la noticia del cubano, un hombre que no era alpinista ni tenía un físico impresionante. Era soldador en Cuba y medía 1.60 mts de estatura.

El cubano llegó a Madrid «abrazado» en el tren de aterrizaje de un avión. Según describió El Comercio «se había subido a un avión comercial que volaría nueve horas de continente a continente, muchas de esas horas volando cerca a los 10 mil metros de altura.»

Su cuerpo llegó a soportar, según los cables de la época (UPI), temperaturas extremas a tal extremo que, cuando las autoridades lo encontraron, el hombre estaba cubierto por una capa de hielo, casi congelado, “blanco como el papel”, diría el cable de UPI.

El cable señalaba además que tenía «las facciones faciales azules.»

«Inmediatamente fue ingresado a un hospital de Madrid, donde logró sobrevivir,» relató el medio.

Según el doctor Graciano Martin, Jefe del Departamento Cardiovascular del Hospital General de Madrid, consultado por el medio, muy probablemente sufrió un paro cardiaco, con base en la información de los electrocardiogramas.

EL galeno agregó que, al hacer trasplantes de corazón, por ejemplo, los pacientes son sometidos a bajas temperaturas y cuando se llega a 28 grados bajo cero, el corazón cesa de latir “y permanece el paciente en un estado de animación suspendida”.

El caso del polizón sudafricano

Según la Real Policía Militar Holandesa, Cargolux, la aerolínea de carga luxemburguesa en la que viajaba el polizón, se negó a comentar las noticias hasta que se complete una investigación sobre la situación.

Las autoridades no dieron a conocer el nombre del individuo, y se limitaron a decir que se cree que tiene entre 16 y 35 años.

“Nos enteramos de que se encontró a una persona que se había escondido en un avión de carga en la plataforma de carga del aeropuerto esta mañana”, dijo a CNN la portavoz del aeropuerto de Schiphol, Willemeike Koster.

“Nos sorprendió encontrar a este hombre, pero nos sorprendió aún más que estuviera vivo después de que el avión voló más de 10.000 [kilómetros] en temperaturas muy, muy frías”, dijo a CNN la portavoz de la Real Policía Militar Holandesa, Joanne Helmonds.

Fue el personal de tierra del aeropuerto el que vio por primera vez algo que parecía una persona saliendo de adentro del avió e inmediatamente notificó a las autoridades. Al llegar a la escena, la Policía Militar Real Holandesa y los servicios de emergencia confirmaron que el hombre estaba vivo aunque con la temperatura corporal baja.

El hombre fue revivido y estabilizado en el aeropuerto y luego transportado a un hospital en Amsterdam, agregó Helmonds.

“Cuando el hombre se haya recuperado y haya sido autorizado por el hospital, será procesado en el Centro de Solicitantes de Asilo (AZC), donde se determinará su estado si realmente está buscando asilo”, dijo Helmonds.

Once horas de viaje. Hasta ahora, que se sepa, ningún polizón ha sobrevivido a once horas de viaje en el tren de un avión.

¿Quieres reportar algo?

Envía tu información a: [email protected]

Lo más leído

Quizás te interese