El precio del peso cubano se mantiene estable respecto al dólar estadounidense y al euro en el mercado informal de divisas de la isla, aunque ha continuado a la baja frente a la moneda libremente convertible (MLC).
El dólar bancario cubano, conocido como MLC, cotiza este lunes a 106,5 CUP, lo que representa un apreciación de 0.9 respecto al peso cubano en las últimas 24 horas, y 1,5 porcentuales menos que el máximo histórico de 108 CUP por 1 MLC registrado este año.
Entre tanto, las monedas de Estados Unidos y Europa se venden por 100 y 115 pesos cubanos respectivamente en el mercado negro.
La gráfica de las tasas de cambio del Forex informal en Cuba son elaboradas por el medio independiente El Toque, que tiene en cuenta los anuncios de compraventa de divisas en varias plataformas digitales.
Actualmente el mercado de divisas muestra cierta estabilidad en comparación con los últimos meses de 2021 e inicios de 2022, cuando el peso cubano registró caídas pronunciadas respecto al dólar estadounidense.
La presión inflacionaria parece moverse ahora hacia el mercado en MLC, donde los precios continúan al alza a pesar de que todas sus tiendas son de propiedad estatal.
Diseñadas como una medida temporal para evitar la fuga de capitales, las tiendas en moneda libremente convertible no han dejado de expandirse en la isla, lo que genera mayor escasez en el mercado en pesos cubanos y una menor capacidad adquisitiva de la moneda en la que perciben sus salarios la mayoría de los trabajadores en Cuba.
Ese experimento, que ha sido defendido por el gobierno públicamente a pesar de las desigualdades sociales que genera, es motivo de protesta por parte de los consumidores que no reciben remesas del exterior y que ven sus salarios y pensiones esfumarse con la adquisición de unos pocos productos.
El peso cubano se devaluó un 2.300 % a inicios del pasado año cuando entró en vigor la llamada Tarea Ordenamiento, que tenía como objetivo principal eliminar la dualidad monetaria y cambiaria que impedía un cálculo real de la economía.
Más de un año después las propias autoridades reconocen que el “ordenamiento” no ha cumplido sus objetivos y generó una inflación del 77,33% en 2021, según datos oficiales, cuyo cálculo asume estructuras de consumo de hace más de 10 años.
