Ha sido una pelea histórica. Tal vez la última en la carrera de la leyenda Pacquiao
Los ecos de la pelea entre el cubano Yordenis Ugás y la leyenda filipina Manny Pacquiao aún se escuchan en las redes. Entre lo último, lo más notorio, fue la felicitación que Pacquiao lanzó al cubano, y la respuesta de este.
Ambos, sobre el cuadrilátero, se dieron con todo. Al término de cada round el cubano mostraba cierta furia. Al inicio de cara round, se saludaban. Al final, tras la victoria, el gesto del cubano Ugás dejó bien claro el respeto por su adversario.
«Gracias a Manny Pacquiao por darme la oportunidad de compartir el ring con él. Sigue siendo uno de los mejores luchadores de la historia. ¡Mucho respeto!», dijo el cubano.
Ahora fue Pacquiao quien le devolvió el gesto.
«Quiero agradecer a Dios por darme la fuerza para luchar. Agradezco a mi familia por estar siempre a mi lado. Deseo felicitar a Ugás y su equipo. Aunque esperaba un resultado diferente, le deseo lo mejor», manifestó Pacquiao en todas sus redes sociales.
Al parecer fue, la primera y única vez en que se enfrentaron ambos. El cubano, todo un renacido de entre las cenizas. Pacquiao, en lo que parece ser el ocaso de su excelente carrera entre las cuerdas.
Así lo anunció el sábado, tras el combate. No tiene claro que volverá al ring.
Según lo expresado por él, su cargo de Senador en Filipinas y su interés en convertirse algún día en Presidente -algo que fácilmente lograría pues «Pac Man» es todo un ídolo en esa nación- le exige tiempo.
Emmanuel Dapidran Pacquiao nació en Kibawe, Filipinas, el 17 de diciembre de 1978. Es el único boxeador profesional campeón mundial en ocho categorías distintas de peso, durante tres décadas con los guantes. Con el dinero ganado en sus peleas ha financiado cientos de obras públicas en las aldeas más pobres de su país, y ahora dice que quiere ayudar a su pueblo natal.
“Este deporte es mi pasión, por eso sigo aquí peleando a los 42 años. Lo estoy disfrutando, pero a veces tienes que pensar en la respuesta de tu cuerpo», y añadía:
«Gracias a los fans de todo el mundo que estaban mirando. Gracias a todos los filipinos que me han apoyado. Estoy muy orgulloso de representar a mi país. Lamento no poder darte una victoria, pero hice lo mejor que pude. ¡Desde el fondo de mi corazón, gracias! ¡Dios los bendiga a todos! ¡Mabuhay!»
«Siempre lo dije, si era la última pelea de una leyenda lo estaba haciendo contra un peleador digno. Mis mejores deseos para ti campeón. Compartir el ring contigo fue un honor que nunca olvidaré«, dijo por su parte el cubano.
Lo hecho por Ugás ha sido descrito como una versión cubana de lo logrado por James J. Braddock, el llamado «Cinderella Man»; el hombre que regresó al boxeo cuando ya nadie apostaba un centavo por él y logró convertirse en campeón mundial.
También Ugás pasó por lo mismo, luego de dos derrotas en el 2014. Sobre este «renacimiento» escribió en sus redes sociales el periodista Ernesto Morales.
Y es que así fue. Solo Chapman, el pitcher cubano de los Yankees de Nueva York fue quien le dio la mano en el momento más difícil a Ugás.
E Ismael Salas. Cuentan que lo dejó entrar a su gimnasio para que continuara entrenando con vistas a una futura pelea que él no sabía si llegaría algún día; y mientras ese ansiado día llegaba, llegó otro en que Salas le dijo:
«Tú eres el mejor boxeador que tengo en mi gimnasio. Tú y yo vamos a lograr grandes cosas juntos».
Y es que con un entrenador como este, que dijera cosas como estas, era imposible no ganar.
Salas llamó a su pupilo «El Ave Fénix» del boxeo.
“Ha sido un arduo trabajo”, comentó. “Venimos trabajando desde hace 3 años con Ugás. Pienso que es como el ave fénix del boxeo. Venía de 3 derrotas antes de regresar con nosotros”,
expresó.
“Fue venciendo todos los obstáculos y a diferentes oponentes”, apuntó Salas. “Derrotó a muchos invictos hasta que llegó este momento. Se van todas las dudas sobre Ugás, ayer demostró que sí es un campeón”.
Mientras en las redes los cubanos siguen festejando la victoria de su gran campeón; el hombre que dijo bien alto «Esto no es Patria o Muerte -en evidente guiño al boxeador cubano Julio César la Cruz, campeón olímpico en Tokio 2021- esto es Patria y Vida».
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