Los augurios hechos por el gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez de que la calamitosa situación energética en Cuba se resolvería antes de fin de año, cayeron en la misma categoría del «vasito de leche», «la zafra de los 10 millones», «el país de mayor PIB de América Latina» y otras tantas promesas hechas por los dirigentes cubanos a lo largo de 63 años de la mal llamada Revolución, debido a la salida «programada» por tres meses para mantenimiento general de la termoeléctrica matancera «Antonio Guiteras».
La promesa del mandatario cubano se incumplirá sí o sí – ya se había incumplido «en el verano» – y el anuncio hecho ante el pueblo de que la situación se resolvería para fin de año quedará en el triste recuerdo de una población que, mal que nos pese decirlo, deberá soportar al menos otros cruentos meses de apagones.
El peor de los males comenzó con una unidad quemada, y otra con constantes problemas en la llamada «chumacera», por parte de la unidad generadora Felton de Holguín. Así, quedó a rastras la Felton en su aporte al Sistema Electroenergético Nacional; situación que se agravó cuando la caldera de la termoeléctrica Guiteras comenzó a poncharse repetidamente, y luego a tener problemas con la «excitación».
Todo esto junto, a la par de otros males, en otra decena de unidades generadoras, han puesto sobre el tapete otra promesa incumplida; esta, la del extinto gobernante cubano Fidel Castro Ruz cuando, en julio del año 2005 anunció el comienzo de la llamada «Revolución energética» en el país; un proyecto que en un inicio consistió en un amplio programa de sustitución de bombillos en las viviendas de todo el país, que en menos de un año logró reemplazar más de nueve millones de bombillos incandescentes por bombillos ahorradores; para luego comenzar su etapa más corrupta y a la postre apocalíptica, con el cambio de refrigeradores, ollas, calderos, cocinas de kerosene por cocinas de inducción eléctrica, calentadores de agua. Equipos que en el transcurso de pocos meses comenzaron a reportar roturas y nula solución por la ausencia de piezas de repuesto, mientras cientos de trabajadores voluntarios lucraban con el cambalache de unos equipos por otro.
Ya en ese entonces se veía que la «Revolución Energética» iba camino a un desastre, hecho que se confirma ahora con la salida por tres meses de la termoeléctrica Guiteras, lo cual sin dudas traerá mayores angustias y prolongadas, más allá del prometido fin de año como solución, a millones de cubanos.
Con el déficit generacional diario de más de 1000 Mwh, llega la mala nueva: la caldera de la termoeléctrica Guiteras necesita una limpieza total de los sedimentos que genera la combustión del crudo, y cambiar los tubos que han perdido su espesor y se revientan continuamente provocando los llamados «ponches» y también los salideros.
La mala noticia llega justo horas después de la «presunta solución» impulsada a viva voce por el gobierno: la destitución del ministro de Energía y Minas, Nicolás Liván Arronte Cruz, y del director general de la Unión Eléctrica (UNE), Jorge Armando Cepero Hernández.
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Sin embargo, sus reemplazos no podrán evitar el desastre y ya hoy la Unión Eléctrica anunció apagones por déficit de hasta 1,230 MW. Incluso en el horario diurno, cuando menos consumo se realiza, la afectación estará cerca de los 1,000 MW. Eso, si no sale de generación una de las escasas termoeléctricas que a trompicones se encuentra funcionando. La UNE indicó también que se encuentran fuera de servicio en estos momentos por averías o mantenimiento un total de diez unidades en siete centrales termoeléctricas.
Están averiadas «las unidades 6 y 7 de la CTE Mariel, la unidad de la CTE Otto Parellada, la unidad 3 de la CTE Santa Cruz, la unidad 4 de la CTE Cienfuegos, las unidades 4 y 5 de la CTE Nuevitas, la unidad 2 de la CTE Felton y las unidades 4 y 5 de la CTE Rente» precisa la nota informativa. A ello hay que sumar que la unidad 3 de la CTE Rente se encuentra en mantenimiento programado.
En medio de este sombrío panorama electroenergético, la salida de circulación de la termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, en teoría «la más eficiente del país» y sí, la más moderna, la oscuridad en el futuro cubano será más abrumadora y agobiante.
Aunque la planta sincronizó el martes con el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), tras varios días sin operar por una avería en la caldera, sus especialistas afirman que es necesario detenerla para una intervención en la mayor parte de sus estructuras.
Desde hace varios años la Guiteras tenía programada una reparación capital. Al menos dos ciclos de revisiones profundas han sido aplazados, pero «la maldita circunstancia del apagón por todas partes» hizo que fuera esta otra de las tantas promesas incumplidas en la historia nacional.
«Por las propias limitaciones que tenemos no hemos podido hacer eso», dijo Javier Quiroz, jefe de turno de la instalación.
Que ya lo dice el viejo refrán: «tanto va el cántaro a la fuente…» hasta que hay que parar la termoeléctria Guiteras.
