El joven dramaturgo y disidente cubano Yunior García, que ganó notoriedad tras organizar protestas contra el gobierno de la isla en noviembre pasado, pidió asilo en España, donde permanece junto a su pareja luego de salir de Cuba.
«Si volviera a poner un pie en Cuba iría preso por eso decidimos solicitar asilo», declaró García a Europa Press.
«Lo que quisiéramos es regresar, pero es imposible», aclaró el opositor, quien teme ser un perseguido político en su país.
Fundador del movimiento Archipiélago que convocó a las fallidas protestas del pasado 15 de noviembre, García anunció que marcharía en solitario por una céntrica avenida de La Habana el día antes de la fecha prevista para las manifestaciones, pero el gobierno organizó un acto de repudio frente a su edificio y no le permitieron salir.
Con visa de turismo viajó a España el 17 de noviembre junto a su mujer, en extrañas circunstancias que hasta ahora no ha aclarado.
Afirma que las autoridades mantienen abierta una causa en su contra, y lamentó que las autoridades de la isla cerraron el grupo de teatro que dirigía.
«La situación es peor incluso que cuando salimos», dijo el artista, que se refirió a las duras condenas que están recibiendo los manifestantes del 11 de julio, y cuyos juicios están en marcha.
Desde el país ibérico, García anunció planes de unir a los distintos grupos del exilio cubano para continuar la lucha contra el gobierno encabezado por Miguel Díaz-Canel.
«Tenemos que pasar por encima de las diferencias, tratar de establecer una alianza más sólida y tener una propuesta concreta de la solución del conflicto en Cuba no solo de cara a los cubanos sino también a la comunidad internacional», dijo el dramaturgo disidente, citado por el medio europeo.
En el mismo sentido, ha intentado también cerrar filas con los opositores a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua, por lo que se ha reunido con líderes del exilio de esos países como el venezolano Leopoldo López y el intelectual nicaragüense Sergio Ramírez.
En su opinión es necesario «estrechar lazos entre los que queremos democracia, da igual derecha o izquierda, no podemos detenernos ahora en esas diferencias porque lo que no tenemos en nuestros países es democracia».
Asimismo, declaró que las diferencias de posiciones políticas no deben importar ahora, porque la lucha es contra dictaduras».
Durante su entrevista con Europa Press, el joven opositor cubano insistió en la necesidad de «derribar el mito que en Europa y en una buena parte de América Latina hay sobre la Revolución Cubana».
«Es importante que la gente entienda que los cubanos están sufriendo» y reiteró que en Cuba hay una dictadura.
