No pocos cubanos, entre molestos e indignados, estallaron hoy ante una publicación de uno de los medios oficialistas de punta del gobierno cubano, Cubadebate, donde se habla sobre la inflación en los EE.UU. En honor a la verdad, Cubadebate, como medio de prensa y si en verdad lo fuera, tendría todo el derecho a hablar sobre el tema que desée pero, como bien le reclamaron, la cosa en Cuba verde con pespuntes negros y hablar de inflación en otro lugar…
Digámoslo de esta manera: la inflación en Cuba tiene 63 años y es una súper inflación y como bien les comentara un cubano, «cuando tengamos tanto como ellos y su nivel del vida, entonces voy a preocuparme por el nivel de inflación que tienen».
Los medios oficialistas, es la verdad, tal parecen esperar estos datos del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, para hablar de la inflación en Estados Unidos, de que los precios al consumidor en Estados Unidos reportaron en marzo su mayor aumento en 16 años y otros pormenores que, de manera muy transparente hacen los organismos, entidades y ministerios gubernamentales en los EE.UU. Cosa esta que, por ejemplo, no hacen los cubanos.
Los debates de Ministros y funcionarios en las asambleas de rendición de cuenta de sus gestiones, al parlamento, ni siquiera son televisadas en vivo. Los cubanos, por ejemplo, saben, que la carne de cerdo está a 200 pesos la libra y cuando aparece; que un cartón de huevos llega a costar hasta 600 CUP; un litro de aceite 500. Y que la leche en polvo, practicamente no existe.
La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de Cuba, curiosamente publicó hace unos días un informe, que como suelen hacer resulta casi imposible de encontrar para un «navegador» normal, donde detalla cómo está la inflación en Cuba.
Allí dicen que una libra de leche en polvo cuesta 500 pesos; la de café molido está a 115 y que los ajos y limones están por las nubes (180 pesos), pero a los medios oficialistas les parece preocupar más la inflación en EE.UU.
Todavía se recuerda con amargura aquela fatídica intervención de la ex presentadora de cabarets en La Habana, Irma Shelton cuando, en el año 2020, se paró delante de la TV y dijo que «la situación es crítica» al hacer referencia a una supuesta escasez de carne en los EE.UU. El papelazo de Irma todavía se recuerda, porque de «crítico» o «grave», al menos en Miami no se vio.
La indignación de los cubanos quedó reflejada, ahora, en los comentarios. Hasta algunos oficialistas se molestaron con tal publicación pero…
Los oficialistas pierden la cabeza.
Lo cierto es que, no pocos defensores del oficialismo andan » sin cabeza» hace rato. Manipulando, mintiendo, tergiversando, acomodando el discurso, haciéndose los inocentes y despistados, y hasta no respondiendo preguntas o respondiendo una sola o dos, convenientemente disfrazadas como «espontáneas».
Uno de los reyes en ese aspecto es Bruno Rodríguez Parrilla, el Canciller Cubano, que hace y deshace en Twitter, a su antojo. Tanto, que todavía muchos se cuestionan por qué no le han cerrado la cuenta.
De lo último que habló Bruno fue del «proyecto de Justicia Social en Cuba».
Por supuesto, no pocos internautas salieron a cuestionarle la «justicia social» en la isla, cuando los datos una vez más vienen en auxilio.
Más de 32 mil cubanos cruzaron la frontera de México con los EE.UU. el pasado mes de marzo. 1 500 en tan solo un día.
En cinco meses y medios hay 200 balseros interceptados menos, que en todo el año 2017, y hablamos de miles.
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Hay un éxodo silencioso tan «preciosamente» no aludido por Bruno, pero evidente para todos, que hasta el propio presentador del programa Con Filo, el abogado y presunto oficial de la Seguridad del Estado, Michel E. Torres Corona, debió hablar sobre el tema en un artículo que publicó en el Granma siempre desde la óptica optimista, donde sugirió a todos «resistir.»
Para él parece fácil, que se ha aliado al oficialismo de manera peligrosa – «disfrazándose» de funcionario de Salud en una reunión efectuada entre animalistas y funcionarios de Aniplant y Salúd Pública, en La Habana, por ejemplo – abordando con vericuetos, para hablar del león sin tocarle el rabo, situaciones sensibles en «su» programa, que cada día parece rozar más el ridículo. Tanto, que uno de los más destacados humoristas cubanos que aún queda en la isla, lo ve para – dijo vía chat – «divertirse con las mentiras de esta gente».
Para Michel parece fácil resistir siendo otro de los oficialistas que ha aprovechado el resquicio para apertrecharse de «responsabilidades» y beneficios. Próximamente viajará a Inglaterra, a impartir una conferencia, y ya no pocos cubanos se preguntan «sobre qué» hablará este personaje, dónde y a quién engañará.
«Andan a la cara, mi hermano,» dice desde La Habana un amigo, que anuncia tener ya amarrado casi todo para largarse del país próximamente.
«A la mailó, a la mailó», cantarían los de Kola Loka.
