Mientras la prensa oficial se esfuerza por proyectar una imagen de control y eficacia, los internautas continúan mostrando la verdad: una población que enfrenta, en soledad, los estragos de un huracán que dejó huellas profundas y que, lejos de lo anunciado, no fue simplemente un obstáculo superado.
Se trata de un nuevo capítulo en el que los funcionarios del gobierno cubano se niegan a rendir cuentas antes la prensa que el mismo gobierno controla.