El oficialismo cubano intentó dar señales de cambio en el día de ayer, cuando en una jugarreta en la que salió muy mal parado, sacó a la calle a algunos de sus «mejores» periodistas para que, además de recoger las declaraciones de una funcionaria de la Fiscalía Provincial de La Habana, le formularan algunas preguntas a Yunior García Aguilera, «la otra parte de la historia» en esta especie de diferendo que, por los derechos civiles, lleva a cabo el Grupo Archipiélago contra lo más rancio del anquilosado gobierno cubano.
Decir «formular preguntas» es faltar a la verdad. Basta escuchar las preguntas de Fabiola López, periodista de Telesur, fuertemente ligada al régimen, para darse uno cuenta de qué iba la «maniobra periodística».
Fabiola, sin ambajes, se trepó en una idea: vincular a Yunior García Aguilera con la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). Insistió una vez y otra sobre el asunto; y en cada especie de pregunta, intentaba inducir una respuesta y lograr que García Aguilera confesara una relación inexistente entre Archipiélago y la FNCA.
Fue así cómo Fabiola intentó encontrar alguna relación entre los firmantes de las cartas enviadas a los intendentes de ocho provincias, y organizaciones con sede en Estados Unidos, con el objetivo claro de por ese hilo intentar halar y encontrar el ovillo del financiamiento y del mercenarismo.
Muy mal le salió a ella, y a los otros, el encuadrillamiento.
Si bien Yunior García Aguilera no usó las armas del sarcasmo, sus respuestas fueron comedidas y sinceras.
Menciono el sarcasmo porque, tal vez una persona más curtida y ajeada en estos avatares periodísticos, apenas Fabiola López hubiese terminado su cuestionamiento solapado, le hubiese preguntado: «¿A qué medio tú representas?» y al escuchar la palabra «Telesur» le hubiese dicho: «Ah, ¿tú fuiste la que hizo un reportaje frente al Ministerio de Cultura donde se llamó a los artistas allí presentes “estadounidenses”?
O esta otra: «Ah, Telesur, el que no hace mucho llamó a Luis Manuel Otero Alcántara dirigente cubano«…
Seguramente Fabiola, hija de un general de alto rango en el MININT, hubiese pasado un soberano bochorno.
Incluso decirle: «Ah, tú eres Fabiola López, la que el pasado 27 de enero, lejos de cubrir lo sucedido frente al MINCULT, lo que hiciste fue, prácticamente leer la declaración del Ministerio de Cultura y de la Asociación Hermanos Saíz».
Resumo aquí el grueso de las respuestas de Yunior ante la prensa «nacional».
«A pesar de lo que me le mandaron a decir al intendente, esa carta estaba llena de mentiras. Lo ciudadanos que firmaron están en el pleno gozo de sus derechos. Ninguno puso el nombre de la organización a la que pertenece, ni siquiera sé si pertenecen a alguna».
«En la misiva donde se pedía autorización para la Marcha Cívica por el Cambio no se habla de cambiar el socialismo; (…) el futuro de la isla es una decisión soberana de los cubanos»
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«Lo único que queremos desde Archipiélago es que se convoque a un diálogo honesto con toda la sociedad, incluyendo al exilio».
«“Ha sido terrible para Cuba esperar siempre por un mesías que se aparezca con una agenda concreta, con una solución de país y les diga lo que hay que hacer. ¡Eso se tiene que acabar! La agenda futura de Cuba tiene que ser una construcción colectiva, una escritura en conjunto, entre diversas ideas. Mi agenda es el pluralismo”.
«Estamos hartos de que los extremos nos digan con qué cubanos hablar y con cuáles no. Yo hablo con cualquier cubano sin estigmatización, sin prejuicio, sin discriminación”.
«La Marcha Cívica por el Cambio será pacífica. Por tanto, quienes abogan por la violencia no responden a la convocatoria realizada por Archipiélago».
Consideraciones sobre lo sucedido el día de ayer
A través de una amenazante nota escrita ayer jueves, la Fiscalía General de la República intentó, no disuadir a los futuros marchantes sobre el cambio, sino advertirles de un probable proceso incriminatorio en su contra.
La Fiscalía señala que la advertencia está fundada en el artículo 156 de la Constitución, que explica el deber y misión de la Fiscalía en el cuidado del respeto a la ley por los ciudadanos; un artículo a todas luces traído por los pelos, y que anularía el artículo 56 de la propia Constitución en el que se plantea:
“Los derechos de reunión, manifestación y asociación, con fines lícitos y pacíficos, se reconocen por el Estado siempre que se ejerzan con respeto al orden público y el acatamiento a las preceptivas establecidas en la ley”.
¿Será acaso que la Constitución es langue morte?
Un exfiscal cubano, Frank Ajete, calificó de inconstitucional las citaciones hechas por la fiscalía a los miembros de Archipiélago por el 15N, pues no se trata de citaciones, sino de amenazas solapadas.
Por si fuera poco, de sus palabras, dichas en su canal de Youtube, se sobreentiende que en las respuestas de las intendencias municipales a los firmantes de la Marcha por el Cambio, se aprecia un lenguaje impropio de estos funcionarios y se nota un asesoramiento de la Fiscalía, o incluso de «más arriba», con interpretaciones a la Carta Magna, cosa esta que no puede hacerse, y que tampoco está dentro de las funciones de las intendencias; por tanto es inconstitucional hacer ambas cosas.
Esa facultad puede ser ejercida exclusivamente por la Asamblea Nacional, otro ente plegado a los intereses de la cúpula en el poder.
Ajete calificó de lamentable la declaración hecha por la Fiscalía y recordó que la respuesta dada por los intendentes niega a los miembros de Archipiélago un derecho fundamental, reconocido además en la Constitución cubana, aprobada en 2019.
“Yo, por mi parte, apoyo al 100 % el ejercicio de derechos constitucionales, el ejercicio del derecho a la manifestación. Me opongo al bullying gubernamental”, afirmó el jurista al final de su publicación.
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