Obispos católicos cubanos han expresado desde la isla que la situación actual en Cuba es alarmante y preocupante, y han hecho un llamado a la perseverancia en la fe, a pesar de las difíciles circunstancias que enfrenta el pueblo cubano.
En un contexto marcado por una crisis económica profunda, los líderes religiosos han descrito la situación económica de Cuba como «dramática», destacando la aguda escasez, la inflación descontrolada y la emigración masiva como algunos de los problemas más graves, recoge un despacho de agencia desde Italia. Según el Diario de las Américas, esta crisis ha llevado a un estado de «agobio» y «desesperanza» entre la población, exacerbado por la falta de soluciones efectivas a corto plazo.
El éxodo masivo de cubanos, especialmente de jóvenes, ha sido un tema de particular preocupación para los obispos cubanos. Este fenómeno ha dejado a muchos adultos mayores en situaciones de soledad y desamparo, alterando la estructura familiar y comunitaria de la isla, agrega en su nota Diario de Cuba. Los líderes religiosos han enfatizado la necesidad de abordar estas cuestiones con urgencia, instando a las autoridades y a la comunidad internacional a tomar medidas concretas.
En su mensaje, los obispos cubanos han hecho un llamado a la solidaridad y al apoyo mutuo entre los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla. Han subrayado la importancia de mantener la fe y la esperanza, incluso en medio de la adversidad. Además, han pedido a la diáspora cubana que no olvide a su tierra natal y que contribuya de manera positiva a encontrar soluciones a la crisis.
La diáspora por su parte, se divide entre aquellos que, como los llamados «pornopuenteros», parecen exigir migajas – si exigen algo – al gobierno cubano, y los – llamémoslos radicales – que exigen que como condición fundamental y única para la solución de la crisis en la isla, la salida del gobierno, o cuando menos elecciones libres y democráticas y el respeto a las libertades civiles y los derechos humanos. Dos «fracciones» que parecen no encontrar un punto de convergencia en común y que, incluso dentro de sí mismas, presentan mini fracciones.
La Iglesia Católica en Cuba, a través de su guía pastoral para el periodo 2023-2030, ha reafirmado su compromiso con el pueblo cubano. Los obispos han prometido continuar brindando apoyo espiritual y material a los más afectados por la crisis, al tiempo que abogan por un cambio positivo en la isla.
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