Atención cubanos. Nosotros que solemos reunirnos en grupos de 20, 30, 40 y hasta 60 para ver una pelea de boxeo de Pay per View, donde el pago se realiza entre dos o tres; nosotros que solemos compartir con dos y tres personas nuestras contraseñas en Hulu y Netflix, sepan que los días ¡están contados! Al menos con Netflix.
La plataforma número uno de entretenimiento y streaming del momento, aquella que fue creada en 1997 y un año después comenzó su actividad, ofreciendo un servicio de alquiler de DVD a través del correo postal – y que Blockbuster le rechazara una idea de fusión por 50 millones de dólares, lo cual eventualmente contribuyó a su ruina – ha venido dando pasos serios en este sentido de las contraseñas compartidas, porque claro, eso es dinero que pierde, cuando – digamos – tres personas utilizan el servicio que paga uno solo.
Debido a eso, Netflix ha reiterado que planea comenzar a cobrar por este «servicio». El de compartir contraseñas. Ojo, está más que claro que las herramientas tecnológicas existen para eso; para que Netflix detecte que se está compartiendo una contraseña.
Todavía no está muy claro cómo se implementará, pero están en ello, y los clientes no están nada contentos.
Imaginemos que Ud. tiene una casa en Barcelona y otra en Nueva York. Que se va de viaje por 3 meses a la Ciudad Condal y su esposa se queda en la Gran Manzana. Una TV con Netflix por allá y otra, con la misma cuenta de Netlix por acá. Al mismo tiempo en dos puntos geográficos distintos. ¿Cree Ud. que Netflix no es capaz de detectar eso? Sobre todo cuando eso sucede no una semana, no un mes, ni siquiera un año; sino por años.
Así «viven» cientos de cubanos en Miami. Compartiéndose las contraseñas de Hulu, Netflix, MLB, HBO… pero para Netflix ya es hora de tomar cartas en el asunto.
Así lo ratificó ayer miércoles. Dijo que planea comenzar a tomar medidas enérgicas contra el intercambio de contraseñas entre los espectadores. Y las pruebas ya están en marcha. El servicio de transmisión ha estado pidiendo a algunos usuarios del popular sitio de transmisión que verifiquen que viven con el titular de la cuenta.
Si bien en un pasado Netflix alentó esta política de compartimentación, ahora dice que en la práctica, estos intercambios de contraseñas están «afectando nuestra capacidad de invertir en nuevos programas de televisión y películas para nuestros miembros.»
La compañía posee ya 222 millones de suscriptores; todos tienen hasta 4 perfiles, pero…
Netflix dijo que probará el cambio en tres países: Chile, Costa Rica y Perú. Por 2.380 pesos chilenos, 2,99 dólares estadounidenses y 7,9 soles peruanos, respectivamente, los usuarios pueden agregar hasta dos perfiles.
Algunos internautas creen que miles de usuarios abandonarán la plataforma y se rehusarán, claro, a pagar $2,99 dólares más. Ahora a finales de febrero, Netflix subió además la tarifa de sus servicios, algo que ya hizo en EE. UU. en octubre de 2020 y nuevamente en enero, elevando el precio de sus planes estándar de $ 13,99 a $ 15,49, informó Reuters.
«¿Cómo espera que las familias manejen el uso compartido de contraseñas en el caso de divorciados, sus hijos o estudiantes universitarios fuera de casa?,»se preguntó un internauta en las redes.
Netflix dijo que no prohibirá compartir contraseñas, pero quienes lo hagan tendrán que pagar.
«Netflix perderá muchos clientes si hace esto», alertó un usuario de Twitter.
¿Por ahorrarse $2,99? ¡Vamos! Eso no es nada para un cubano próspero en el SW de Miami, que los hay a montones (aunque se intercambien las contraseñas de todos los servicios de streaming habidos y por haber).
«Reconocemos que las personas tienen muchas opciones de entretenimiento, por lo que queremos asegurarnos de que cualquier característica nueva sea flexible y útil para los miembros, cuyas suscripciones financian todos nuestros excelentes programas de televisión y películas», dijo el comunicado de la empresa.
El problema con estos $2,99 es que Netflix siempre empieza pidiendo poco dinero y termina luego subiendo sus tarifas. Curiosamente Netflix surgió precisamente por un problema de dinero. Reed Hastings, su fundador, demoró en entregar una película alquilada en Blockbusters y querían cobrarle $40 dólares de recargo. Hastings se molestó – era pobre cuando aquello – y decidió crear un modelo diferente. Un modelo que ahora, al parecer, te va a cobrar $2,99 dólares sin compartes una contraseña con tu hijo.
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