El pasado martes 20 de junio, un grupo de seis mujeres transgénero – trans – fue brutalmente atacado en la esquina de Tenería y Rubí, en la ciudad de Cárdenas, un lugar reconocido como punto de encuentro para la comunidad LGBTIQA. El ataque fue perpetrado por cinco hombres que, desde un coche de caballos, lanzaron piedras y botellas contra las mujeres. Como resultado, tres de ellas resultaron lesionadas.
El incidente fue denunciado por Kiriam Gutierrez Pérez, quien hizo un llamado urgente a través de las redes sociales pidiendo apoyo y difusión de la situación. En su mensaje, Gutierrez Pérez describió cómo las víctimas del ataque acudieron a la unidad de policía de Cita en Línea y Velázquez para denunciar el incidente, pero el oficial de guardia rechazó la denuncia, alegando que «ese tipo de lesiones no lleva denuncias» y que «no proceden los crímenes de odio por motivos de género». Según el relato, los oficiales también se negaron a visitar el domicilio de los supuestos agresores.
Desde la mañana del día siguiente, las víctimas y sus familias han estado esperando fuera de la Fiscalía Municipal para ser atendidas, sin respuesta hasta el momento.
El mensaje de Gutierrez Pérez concluye con una denuncia más amplia de los crímenes de odio, la impunidad y la discriminación en Cuba: «Basta ya de crímenes de odio, de impunidad, de discriminación. Cuba cada día está peor. Mujeres, ancianos y ancianas, niños y niñas son violentados y las autoridades competentes no funcionan, excepto para reprimir a quienes disienten de cualquier forma.»
Este incidente, que destaca la necesidad urgente de abordar la violencia y discriminación contra la comunidad LGBTIQA en Cuba, y la falta de acción adecuada por parte de las autoridades para proteger a estos grupos vulnerables y perseguir a los responsables de estos actos de odio, encontró repercusión en un medio como Radio y TV Martí.
El portal reportó el incidente y logró conversar con Jenny Colón, una de las víctimas.
Según su declaración, un grupo de hombres que pasaban por el lugar les arrojaron piedras y botellas desde un carro de caballos cerca de la medianoche. Colón resultó dañada con un dedo fracturado por el ataque. Según dijo también, los atacantes regresaron poco después con más botellas.
Sus palabras confirman lo dicho por Kiriam: que las seis mujeres acudieron a la policía local tras el incidente.
Sin embargo, al igual que la denuncia hecha por Kiriam, dijo que en la comisaría, las autoridades las trasladaron a un policlínico donde recibieron certificados de lesiones. Sin embargo, no se les permitió presentar una denuncia formal sobre el incidente porque, según las autoridades, sus lesiones eran leves. Colón lamentó que las autoridades solo acepten denuncias en caso de lesiones más graves, como brazos partidos o heridas de puñal, y comenta que suelen ignorarlos.
A raíz de la presión de los activistas de la comunidad LGBTQA+ en las redes sociales, las autoridades llevaron a las víctimas de vuelta al hospital para un nuevo examen médico. Fue entonces cuando a Colón se le diagnosticó una fractura en un dedo. Después de esto, las autoridades procedieron a tomar sus declaraciones sobre el incidente.
A pesar de esto, Colón menciona que nadie del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) se ha comunicado con ellas para preguntarles acerca de la situación.
Martí Noticias intentó comunicarse con este organismo dirigido por la hija de Raúl Castro Ruz, para preguntar si habían tomado alguna acción en respuesta al ataque, pero no recibieron respuesta.
El portal añade al final de su nota que, en el momento de la publicación del artículo, se había detenido a una persona en relación con el incidente. Otra de las mujeres transgénero presentes durante el ataque afirmó que la policía fue informada de que los agresores habían regresado al lugar, pero no tomaron medidas para detenerlos.
Las víctimas también denunciaron otros incidentes de violencia, incluyendo a una mujer a la que le rompieron un dedo y otra que fue golpeada en el pie.
Lo peor de todo esto es que, según ellas, cuando se comunicaron con la policía sobre estos ataques, se les dijo que no procedían ni los crímenes de odio, ni la homofobia ni la transfobia, como hubiese ocurrido en cualquier otro lugar de este planeta.
La transfobia: un mal que se debe desterrar de nuestras sociedades
La transfobia es un rango de actitudes negativas, sentimientos o acciones contra la transexualidad o personas transgénero o variantes de género. Abarca una serie de prejuicios, aversiones, ira y miedo hacia las personas trans o transgénero, o hacia las variaciones de género. También puede tomar la forma de discriminación institucionalizada, como la negación de los derechos legales a las personas transgénero.
La transfobia puede manifestarse de muchas formas diferentes, incluyendo (pero no limitado a):
- Violencia física: Esto puede tomar la forma de ataques violentos contra personas simplemente debido a su identidad de género. En muchos casos, este tipo de violencia puede ser extremadamente grave y puede incluso resultar en la muerte de la persona transgénero.
- Acoso y abuso verbal: Muchas personas transgénero se enfrentan a un acoso constante y a menudo violento. Esto puede tomar la forma de insultos, amenazas y otros tipos de abuso verbal.
- Discriminación en el lugar de trabajo o en la escuela: Esto puede incluir la negación de oportunidades de empleo, la discriminación en la contratación y el despido, así como la discriminación en la educación.
- Negación de servicios médicos: Algunas personas transgénero pueden ser rechazadas por los proveedores de atención médica o pueden tener dificultades para acceder a la atención médica adecuada, especialmente en lo que se refiere a la atención médica relacionada con la transición de género.
- Discriminación en la vivienda: Esto puede incluir la negación de la vivienda o el alquiler, así como el desalojo debido a la identidad de género de una persona.
La lucha contra la transfobia implica tanto esfuerzos individuales como colectivos para cambiar actitudes, comportamientos y políticas. Se pueden realizar esfuerzos para educar al público sobre las identidades trans y de género no conforme, así como para promover políticas de igualdad de género en el trabajo, la escuela y otros entornos.
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