Quien fuera el hombre más alto de EEUU, Igor Oleksandrovych Vovkovinskiy, murió a la edad de 38 años en Minnesota el viernes pasado.
Igor Oleksandrovych Vovkovinskiy, quien fuera el hombre más alto de EEUU, murió el viernes pasado en Minnesota a la edad de 38 años debido a una enfermedad cardíaca, según dieron a conocer sus familiares.
Quizás quieras leer El hombre más alto del mundo, una marca irrompible
De acuerdo con un reporte de New York Post, Igor falleció en Rochester, ciudad del condado de Olmsted, a donde se mudó desde su país de origen hace ya unas tres décadas.
“Vovkovinskiy, quien dejó Ucrania cuando era niño para tratar un tumor que presiona contra su glándula pituitaria, lo que produjo su crecimiento, falleció de una enfermedad cardíaca, tras reunirse con su hermano mayor, su cuñada y otros parientes».
Él fue coronado como el hombre más alto de EEUU en 2010 por los conocidos Récord Guinness, debido a su estatura fuera de lo común 7 pies y 8,33 pulgadas de alto, -equivalentes a 2,35 metros, unos 9 centímetros menos que una portería de fútbol.
En 2010, Igor “tenía dificultades para realizar tareas diarias como subirse a los automóviles o encontrar escritorios para acomodarlo mientras estaba en la Escuela de Negocios de Minnesota, donde buscaba obtener un título en estudios paralegales. Vovkovinskiy, quien aspiraba a convertirse en abogado, luego obtuvo un título de dos años de Rochester Community and Technical College”, amplía el portal.
La madre de quien fuera el hombre más alto de EEUU -que dio la noticia de su fallecimiento en Facebook– cuenta que decidió llevarlo a esta nación desde Ucrania para un tratamiento, cuando Igor medía ya 6 pies con apenas unos seis años, pero terminó por quedarse.
Pese al tamaño impresionante de Igor, el récord del hombre más alto en la historia de su país -y también de todo el mundo-, corresponde a Robert Wadlow, quien al fallecer alcanzaba los 2.72 metros, una estatura a la cual nadie ha llegado jamás.
Este estadounidense falleció el 15 de julio de 1940, a los 22 años, como consecuencia de “una ampolla séptica en su tobillo derecho causada por un aparato ortopédico que había sido mal ajustado solo una semana antes”.
