El joven cubano Michel Rodríguez Román perdió la vida en el incendio de grandes proporciones que ocupa la zona industrial de Matanzas. El joven de tan solo 20 años cumplía con el servicio militar activo en un comando de bomberos y se hallaba prestando servicios en el lugar del siniestro.
Según el periodista oficialista Francisnet Díaz Rondón, el joven provenía de Santa Cruz del Norte, un municipio que con “mucho dolor” recibía la noticia de la pérdida irreparable que además, vendría a ser la segunda que se lamenta por causa del grave accidente ocasionado el pasado viernes, cuando una descarga eléctrica incendió la base de supertanqueros en la zona industrial de Matanzas.
“Con solo 20 años se convierte en héroe, engrosando la lista de nuestros gloriosos mártires. Otro ángel que gana el cielo. Llegue a sus familiares, amigos y vecinos nuestras más sinceras condolencias”, sostuvo la periodista oficialista, quien a la vez citaba las palabras de su colega Jose Luis Guzman, de la radioemisora local.
La noticia se dio a conocer en la tarde del lunes, aunque los medios oficiales no contemplaron el fallecimiento del joven entre las estadísticas publicadas en esa jornada, en la cual se reportaron otros lesionados y se redujo a 14 las personas que se mantienen desaparecidas.
Por otro lado, en redes sociales, se ha criticado la decisión del gobierno de colocar en primera línea de fuego a jóvenes sin experiencia, cuyas vidas se colocan en el más grave peligro por causa de las condiciones del megaincendio.
“Pero si era un bebé, ¿qué es eso? A dónde lo mandaron, a ese monstruo de candela. Por favor, más conciencia para la vida humana”, escribió una internauta en el post de la periodista oficial.
Pasadas las 72 horas desde el inicio del incendio y cuando las llamas han comprometido a cuatro de los depósitos de combustible que se hallan separados por tan solo 50 metros, los nombres de las personas desaparecidas circulan por las redes sociales y la esperanza de encontrar sus cuerpos comienza a ser disipada por las cenizas que inundan el sitio.
Mientras las fuerzas del cuerpo de bomberos de Cuba junto con los especialistas internacionales que han venido a prestar ayuda solidaria se apuran en tratar de sofocar las llamas, los expertos ya aseguran que el siniestro es el más grande y devastador en la historia de los incidentes cubanos provocados por descargas eléctricas.
