Cientos de migrantes cubanos intentaron entrar por la fuerza en las oficinas de Inmigración en Ciudad Hidalgo, México, mientras otros cientos de ellos fueron detenidos en Honduras y ahora deberán pagar una multa de $230 dólares si pretenden continuar camino.
Fueron alrededor de 400 migrantes, entre los que también se encontraban venezolanos, los que irrumpieron en las oficinas de inmigración de Ciudad Hidalgo (Chiapas), ciudad mexicana fronteriza con Guatemala.
Medios mexicanos de la región y nacionales, como Televisa, cubrieron «el asalto» que para muchos de esos migrantes está «justificado» debido al anuncio de cancelación de citas online. Llama la atención que tal vez ninguno de ellos «asaltó» ninguna oficina de Inmigración en la isla para reclamar sus derechos, sin embargo lo hacen en México, país que no tiene para con ellos ninguna deuda legal. Si de derechos se habla.
La desesperación los llevó a cometer un delito, aunque ellos crean que exigir la entrega de la documentación que les permita regularizar su situación y continuar hacia el norte sea un derecho que los ampare.
Según medios aztecas los migrantes cubanos y venezolanos llevaban varios días allí, «acampados» y apenas conocieron de la cancelación de las citas online, debido a labores de mantenimiento informático, comenzaron la revuelta.
La situación se tornó tan caótica, que los efectivos de la Guardia Nacional se vieron desbordados en número pero, aparentemente, la protesta consiguió su objetivo. Los oficiales de inmigración se comprometieron a que, a partir de este jueves 17 de marzo de 2022, comenzarían a volver a atenderlos.
El reclamo básicamente es uno solo: Todos exigen que se les dé un salvoconducto que les permita viajar hacia el norte de México, para cruzar la frontera sur de Estados Unidos y conseguir como puedan, el que pueda, conquistar el llamado «sueño americano».
Medios que cubrieron la protesta señalan que una situación similar se vivió el pasado día 12 de marzo, en un cruce que separa a México de Guatemala. Otra vez allí, migrantes cubanos y venezolanos encabezaron la reyerta, exigiendo visas humanitarias al INM. Los medios mexicanos alegan que los funcionarios del INM en Tapachula no dan a basto ante el inmenso número de migrantes que solicitan su salvoconducto, motivo por el cual los migrantes se desplazaron hacia Ciudad Hidalgo. En Tapachula hay, además de cubanos y venezolanos, cientos de migrantes haitianos y africanos.
