Descubre cómo Miami, conocida por ser un refugio invernal, está evolucionando más allá de ser una ciudad de segunda residencia. Explora la transformación cultural, económica y demográfica que redefine su atractivo
Miami, conocida por ser un destino popular para segundas residencias, está experimentando una transformación, según Camilo Miguel Jr., nativo de la ciudad y fundador de Mast Capital. En una reciente entrevista con Mansion Global, Miguel discute cómo el mercado inmobiliario de Miami está evolucionando, con más personas eligiendo la ciudad como su residencia principal.
Miguel, un entusiasta de los «speakeasies» y los espacios íntimos, está llevando este concepto de lujo acogedor a sus próximos desarrollos residenciales. Uno de ellos, The Perigon, es un edificio de condominios ultra lujoso que se completará en las costas de Miami Beach para 2025. Desarrollado en asociación con Starwood Capital Group, ofrecerá opciones de comedor exclusivas, incluido un speakeasy, para los residentes.
En Casa Cipriani, otro proyecto emblemático, Miguel está incorporando un restaurante privado y un speakeasy inspirado en el legendario Harry’s Bar de Venecia, Italia. Este edificio, ubicado en el barrio de Brickell, se espera que esté terminado para 2026.
Miguel cree que esta tendencia hacia edificios residenciales con amenidades únicas y curadas surge de una era pospandémica donde «la gente quiere que el lugar donde vive se sienta especial». Habla sobre cómo los compradores de lujo de hoy están buscando exclusividad, lo que se refleja en el acceso a amenidades privadas y servicios de alta calidad.
En cuanto al mercado de Miami, Miguel observa un cambio dinámico: más personas planean vivir en los edificios que están desarrollando, en lugar de tratarlos como propiedades de inversión. Esto es especialmente evidente en el barrio de Brickell, que históricamente ha atraído a compradores extranjeros pero ahora está viendo un interés creciente de los compradores nacionales debido a la apertura de oficinas y un estilo de vida atractivo en torres de condominios.
Miguel también señala tendencias en el mercado de lujo, como un enfoque en la comida y la bebida, y un deseo de más espacio en las unidades residenciales. Su definición de lujo gira en torno a la «exclusividad», con acceso a amenidades que otros no tienen, experiencias culinarias de calidad, buenos programas de vinos, centros de fitness, y spas.
Cuando se menciona que «Miami ya no es una ciudad de segunda residencia», se alude a la transformación de su papel tradicional como refugio invernal. En el pasado, muchas personas, especialmente aquellas provenientes de regiones más frías, poseían propiedades en Miami o en otras áreas de Florida, utilizándolas como residencias secundarias. Estos individuos, comúnmente residentes de áreas norteñas, migraban hacia Florida durante los meses invernales en busca de su clima más templado.
Un ejemplo destacado se encuentra en la ciudad de Hollywood, ubicada al norte de Miami-Dade, la cual es reconocida por sus extensas áreas residenciales situadas a lo largo de la costa. Notablemente, existe una gran cantidad de estas propiedades que pertenecen a ciudadanos canadienses que residen en Canadá la mayor parte del año. Sin embargo, es típico que estos propietarios desciendan a Florida durante los meses más fríos, desde diciembre hasta marzo, para aprovechar el cálido refugio que ofrece el estado.
Esta tendencia, sin embargo, ha ido cambiando con el tiempo. Miami ha evolucionado, convirtiéndose en un núcleo vibrante y cosmopolita, atrayendo a residentes permanentes debido a sus oportunidades económicas, culturales y recreativas, más allá de ser simplemente un escape invernal.
La transformación de la ciudad en los últimos 70 años.
Más allá de las consideraciones del experto hay detalles que resaltan a la vista de todos en, al menos, los últimos 70 años.
En las últimas décadas, Miami se ha transformado de un tranquilo refugio para jubilados, cosa que fue durante los primeros 50 años del Siglo XX, a un vibrante hervidero de cultura, economía y entretenimiento.
Aquí exploramos diez señales que demuestran por qué Miami ya no es principalmente una ciudad para retirados.
1. Explosión Demográfica Joven: La ciudad ha experimentado un auge en la población más joven, impulsada por oportunidades de educación y trabajo, cambiando el foco demográfico.
2. Aumento del Costo de Vida: El costo de la vivienda y los servicios esenciales ha aumentado significativamente, presentando desafíos para los presupuestos fijos de los retirados.
3. Desarrollo Inmobiliario: Los nuevos desarrollos inmobiliarios están orientados hacia profesionales activos, con énfasis en espacios de trabajo y entretenimiento en lugar de accesibilidad y tranquilidad, que fue el objetivo primario por el cual los jubilados y retirados bajaron en masa hacia la Florida, y a Miami especialmente, durante la primera mitad del Siglo XX.
4. Dinamismo Cultural: El floreciente arte, la música, y la escena gastronómica atraen a una demografía más joven y activa.
5. Oportunidades de Empleo: El crecimiento en sectores como la tecnología y el comercio internacional está atrayendo a profesionales de todo el mundo.
6. Transporte y Movilidad: A pesar de las mejoras, el sistema de transporte aún presenta desafíos para aquellos con movilidad reducida.
7. Competencia con Otras Ciudades: Otras ciudades en Florida y Estados Unidos están emergiendo como alternativas atractivas para los retirados debido a costos más bajos y comunidades tranquilas.
nota aclaratoria: En el uso moderno, especialmente en países o ciudades donde los conceptos de bares estilo speakeasy se han popularizado, es común que se use el término «speakeasy» tal cual, incluso en conversaciones en español, debido a su ambiente y estilo distintivos. En el contexto moderno, «speakeasy» se utiliza para describir bares que imitan la atmósfera de esos bares clandestinos, a menudo caracterizados por tener una entrada discreta o estar ocultos a la vista.
El término «speakeasy» originalmente se refería a los bares clandestinos en los Estados Unidos que vendían alcohol ilegalmente durante el período de la Prohibición en los años 1920 y principios de los 1930. Dado que estos lugares necesitaban operar en secreto, se les llamó «speakeasies» porque los clientes tenían que hablar suavemente («speak easy») para evitar ser descubiertos por la policía o las autoridades.
En español, no hay una sola palabra que traduzca directamente «speakeasy». Sin embargo, se pueden usar varias frases dependiendo del contexto:
- Bar clandestino: Esta es probablemente la traducción más directa y se refiere al aspecto ilegal y secreto de los originales speakeasies.
- Bar secreto: Aunque no implica ilegalidad, captura la naturaleza oculta y exclusiva de estos lugares.
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