El pasado domingo por la noche, un acto de valentía en una farmacia de Miami terminó en violencia cuando un hombre de 68 años fue agredido tras intervenir para defender a una cajera que estaba siendo acosada verbalmente por un cliente.
El incidente ocurrió en una sucursal de Walgreens ubicada en la calle 13 y la segunda avenida, en un céntrica y transitada esquina en el vecindario de Brickell, en Miami. Manuel Casabielle, un abogado con más de cuatro décadas de experiencia y exfiscal criminal, se encontraba en el establecimiento para recoger su medicación cuando presenció cómo un hombre gritaba e insultaba a la cajera. Al ver que nadie más intervenía, Casabielle decidió actuar.
«Vi que el hombre le gritaba a la cajera, le decía cosas muy feas… no me pude quedar callado», relató Casabielle a los medios de Miami.
Con voz firme, pero respetuosa, le pidió al agresor que se calmara y dejara en paz a la trabajadora. Sin embargo, el hombre reaccionó violentamente, agarrándolo por el cuello y lanzándolo contra los estantes metálicos de la tienda. A pesar de su edad y su reciente cirugía cardíaca, Casabielle intentó mantener la calma. Una tercera persona intervino rápidamente para separarlos, pero el daño ya estaba hecho.
«Todavía tengo el brazo hinchado, me caí contra unos estantes metálicos», explicó Casabielle a Telemundo51, mostrando las secuelas visibles del ataque. «Ese hombre estaba fuera de control, no actuaba con lógica. Yo creo que estaba bajo los efectos de algo».
El agresor huyó del lugar antes de que llegaran las autoridades, pero su rostro quedó registrado en las cámaras de seguridad. La policía de Miami ha solicitado la colaboración del público para identificar al sospechoso. Cualquier persona que tenga información puede comunicarse de manera anónima con la línea de Alto al Crimen de Miami – Dade llamando al (305) 471-8477 (TIPS), destaca Local10 News.
Casabielle, quien ha dedicado su vida al sistema judicial, aseguró que no permitirá que el caso quede en el olvido. «Conozco el sistema y voy a seguir este caso hasta el final», afirmó. «Este tipo de acciones no pueden quedar impunes».
A pesar de la agresión sufrida, Casabielle no se arrepiente de haber intervenido. «Vi que alguien necesitaba ayuda… y yo no iba a quedarme mirando», dijo con determinación. Su único deseo ahora es que se haga justicia y que el responsable de este acto violento enfrente las consecuencias legales correspondientes.
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