Le decían “El Bote”, era un niño que tenía apenas 11 años y fue atropellado este lunes por la noche en Centro Habana. Su muerte ha provocado una ola de indignación en redes.
Un trágico accidente ocurrido este lunes por la noche en La Habana ha conmocionado a toda la comunidad de Los Sitios, en Centro Habana. Un niño de entre 11 y 12 años, conocido cariñosamente por los vecinos como “El Bote”, falleció tras ser arrollado por un automóvil mientras, presuntamente, pedía dinero frente al restaurante Doña Alicia, ubicado en la esquina de Reina y Belascoaín.
Según múltiples testigos y mensajes en redes sociales, en publicaciones del activista y músico cubano Saúl Manuel, el menor estaba como de costumbre en los portales del restaurante presuntamente solicitando limosna cuando ocurrió el atropello, alrededor de las 7:30 u 8:00 de la noche.
A pesar de que algunas versiones aseguran que estaba en la acera, el vehículo lo impactó de forma mortal. No se ha confirmado oficialmente si el conductor fue identificado o detenido.
“El Bote” residía en las cercanías, específicamente en Campanario, entre Sitios y Peñalver. Era conocido por muchos vecinos de la zona, quienes aseguran que era un niño educado y siempre agradecido con quienes le daban algo. Varios usuarios lamentaron su fallecimiento y recordaron haberlo visto pidiendo dinero en diferentes puntos del barrio, incluso días antes del accidente.
La noticia se ha viralizado rápidamente en redes sociales, donde las reacciones han oscilado entre la tristeza profunda y la indignación. Muchos se preguntan cómo un niño tan pequeño podía estar a esa hora en la calle sin supervisión. Otros señalan directamente a la crisis económica como telón de fondo del abandono y la desprotección que sufren muchos menores en Cuba.
“¿Dónde estaban sus padres? ¿Qué hacía un niño en la calle pidiendo dinero a esa hora?”, se preguntaban algunos internautas. Otros compartieron fotos del niño y mensajes como “vuela alto, mi niño”, o “la dictadura te robó hasta el derecho de tener infancia”.
Vecinos del barrio aseguran que en esa zona es cada vez más común ver a menores mendigando, especialmente en las noches y en lugares concurridos por turistas o locales de comida. El caso de “El Bote” se convierte así en un nuevo símbolo del abandono institucional y la precariedad que golpea a la infancia cubana.
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