La voleibolista cubana Melissa Vargas representará a Turquía en torneos internacionales. Su historia recuerda a la de otras glorias del deporte y la vida en Cuba: de ser marginados en su país, a triunfar fuera.
Nadie es profeta en su propia tierra, dice un viejo refrán, que aplica a la jugadora cienfueguera de 23 años. A los 13 debutó en la selección nacional de mayores, y se le consideró un prodigio en técnica y potencia.
Sin embargo, apenas tres años después la Federación Cubana de Voleibol la suspendió porque sus padres se la llevaron a casa, renuentes a que siguiera la rehabilitación en La Habana y sin condiciones.
Aquella medida pareció extrema, pero a la larga le sirvió a Melissa y su familia para darse cuenta de que para crecer y decidir sobre su destino debían romper con la institucionalidad
Comenzó así un recorrido por algunas de las ligas más desafiantes del vóleibol femenino, donde la cubana mostró su calidad y maduró como jugadora.
Cómo colofon, la Federación turca de Voleibol la integró a su selección nacional, pasado ya el tiempo establecido para desvincularse de la cubana, y ya con su estatus migratorio en regla.
“Melissa Vargas: Una nueva cara en el equipo de Turquía”, dice la publicación. La exjugadora cubana aparece en la nómina del equipo 2023 anunciada por la Federación de Voleibol de Turquía. No podemos esperar para verla en la próxima Liga de las Naciones”, escribió la plataforma Volleyball World.
Con 1,91 metros de estatura, Vargas comenzó a probarse siendo aún una adolescente en circuitos de gran nivel. En 2015, aun controlada por Cuba, militó en el equipo checo VK Prostějov.
En 2018, ya sancionada por las autoridades deportivas de Cuba, firmó por su cuenta un contrato por varios años con el club suizo Volero Zurich.
En los pasados Juegos Olímpicos Tokio 2020 varios voleibolistas cubanos se lucieron representando a otros países, como Wilfredo León a Polonia y Osmany Juantorena a Italia. Ahora Melissa Vargas podrá cumplir con Turquía el sueño que le frustraron en su país, por la “indisciplina” de pensar por su propia cabeza.
