La locutora cubana Marisela Alfonso Madrigal contrajo matrimonio con su pareja, Adriana Moenck, y compartió los detalles de este especial día desde sus perfiles en redes sociales.
Con uno de sus característicos «Yotutazo de la Madrigal», la exlocutora de Radio Rebelde narró los detalles de la ceremonia en su Canal de YouTube, donde amigos y familiares fueron testigos.
En el video, Marisela reveló la coincidencia de la fecha: el 17 de enero, que se acerca a cuando se conocieron un 17 de marzo en 2007. Con humor, expresó: «me citan hoy que es 17 del año 2024, un poco más y coincide la fecha».
La locutora, que ha sido una constante crítica de las políticas del gobierno desde sus redes sociales, también confesó que no le hubiera gustado que le tocara un 8 de enero, “porque el 8 entró el hijo de p*ta de Fidel a La Habana”.
La pareja estaba visiblemente emocionada y con los ojos aguados se podía ver como les decían a los presentes: “Al fin”, aunque la nota de humor de La Madrigal de Cuba no faltó.
En un momento, entre risas, la locutora dice que el número del convenio es 83, a lo que le preguntan: “¿Qué es eso?”, que en un momento Madrigal contesta: “Tragedia”, haciendo referencia al significado que guarda la cifra en la Charada Cubana.
En su perfil de Facebook, Marisela compartió imágenes del delicioso buffet preparado por su madre, Luisa Madrigal García, quien cariñosamente le dijo que le puso «el sabor a lo Madrigal».
Desde las redes se podían ver los mensajes de felicitación por la unión, ¡y por la llegada del arroz!: “Muchísimas felicidades. Linda y buena noticia la de la boda. El arroz fue solo coincidencia”, “Felicidades! Descansa unos días de la lucha. Un Yotutazo de Gerardupio!”, “Muchas FELICIDADES amigas, que perdure ese amor”.
Lamentablemente, los comentarios despectivos al respecto tampoco faltaron, algo que Madrigal no dejó de visualizar, así como la respuesta contundente que profirió a uno de ellos.
El matrimonio igualitario en Cuba fue aprobado después que más de 3 millones de cubanos votaran a favor del nuevo Código de Familias, que sustituyó el antiguo documento de 1975.
Con el mismo se permite, además de la unión entre personas del mismo sexo, la posibilidad de que estas parejas adopten un niño y la gestación «solidaria», o subrogada pero sin fines de lucro.
Desde ese mismo año, en las redes se podían ver los primeros matrimonios entre estas parejas, y fue altamente celebrado por activistas y miembros de la comunidad LGTBIQ+ en general.
