La madre de Leo Alejandro Doval, un recluta fallecido durante el siniestro de la zona industrial matancera rompió el silencio sobre la pérdida de su hijo y relató lo que le dijo el muchacho en sus últimos mensajes a través de Whatsapp.
Minutos antes de que fuera enviado a sofocar el gran incendio, Leo envió un mensaje de voz para calmar la preocupación de su madre: “Tranquila mami, a nosotros no nos van a sacar, el aeropuerto no se puede quedar solo”.
El joven, cuyo futuro se lo prometía a la carrera de medicina, se hallaba pasando el servicio militar en el aeropuerto Juan Gualberto Gómez de Varadero y según lo relatado por su propia madre en medio del dolor, jamás espero que los superiores podrían dar la orden de enviarlo a él y a sus compañeros a sofocar las llamas en la base de supertanqueros.
“Yo sé que a mí no me dijiste que irías al lugar porque sabes que no lo permitiría. Sabes que a cualquier hora saldría a buscarte y por los pelos te bajaría de ese camión. Tú no eres bombero, ni lo serías, tú solo estabas pasando el servicio militar, tú eres médico y así es como salvarías vidas, tú eres mi eterno neurocirujano. Mi niño pequeño”, escribió en Facebook Vivianne Pérez de Padro López junto a una imagen suya con sus dos hijos.
La madre del muchacho se preguntó cómo haría para vivir sin él y detalló en varias situaciones cotidianas en las que recordaría para siempre a su hijo. Leo también era muy querido por su familia, su tía ya había hecho referencias anteriores al dolor inmenso que le causaba su pérdida y la madre mencionó además a la falta que haría entre sus amigos y compañeros de clase, así como en su novia, con la cual ya tenía muchos planes de vida.
“Hoy hace una semana que te arrancaron de mi vida. MI niñito con alma de viejo, como siempre te decía, lleno de sueños, de planes y metas por alcanzar a las que tanto empeño ponías y lograbas siempre. Hoy hace una semana que te llamo y te escribo por Whatsapp y no me respondes”, aseguró la madre sin consuelo, quien además no dejó de preguntarse cómo haría para vivir a partir de ahora.
Según Vivanne, el padre de Leo también había fallecido hace unos años y el muchacho era el consuelo de su abuelo paterno, así como el apoyo y la ayuda indispensable de muchos miembros de su familia. Por lo que relató su madre, al futuro neurocirujano le encantaba hacer deporte, ir al gimnasio y estaba siempre pendiente de su figura. Asimismo era muy fanático del Real Madrid y de las sagas de Marvel.
“Cómo hago para vivir sin tus detalles, sin tus besos, sin tu cariño. Miro tus fotos, tus videos y no paro de llorar”, escribió la madre sobre su hijo, un recluta fallecido que junto al resto de los desaparecidos se ha inscrito en el dolor de una nación.
