La no reconocida primera dama de Cuba, Lis Cuesta, esposa del presidente Miguel Díaz-Canel se anotó hoy su enésima ridiculez en público, al invocar desde su cuenta de Twitter a los babalawos (sacerdotes de la santería) para que ayudaran a la selección nacional de béisbol.
“Babalaos actívense!!! Agua y cascarilla pal terreno!!!”, pidió la misma mujer que hace menos de un mes celebraba el Manifiesto Comunista en la misma red social.
Pero su rapto de “brujería revolucionaria”, chusmería cibernética y populismo a raíz de la participación de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol, como casi todas sus publicaciones, no pasó inadvertido para quienes permanecen a la caza de sus constantes meteduras de pata.
En medio de la peor crisis económica, política y social de los últimos 30 años en Cuba, la esposa del mandatario parece preocuparse más por el resultado en un evento deportivo que por la desesperante situación que vive su pueblo, hambreado, con una moneda devaluada en los bolsillos y haciendo colas todo el día para “resolver” algo de alimentos, mientras tiene que lidiar con decenas de apagones al mes, y miles de consignas.
“Ahora que ganamos en la pelota ayúdenos a que aparezca el aceite. La fórmula no aparece en el Libro de Ifa”, le comentó un internauta, tirando simbólicamente de la oreja a la pareja del “dictador de mi corazón”, como la propia Cuesta denominó al hombre que en dio la orden de combate contra el pueblo que se manifestaba en las calles de varias ciudades cubanas el 11 de julio de 2021.
Es un mensaje en clave, huevos no hay para hacer cascarilla, agua menos. Esto parece dirigido a los oficiales de la seguridad que acompañan a los peloteros que deberán viajar a Miami y evitar la estampida, así como a los cederistas que estarán en el público para evitar carteles”, le espetó otro usuario de la red social del pajarito.
