El pasado 29 de septiembre, el pueblo de Madruga despertó con varios letreros «adornando» la ciudad. Uno de ellos decía «Libertad».
Ll padre Kenny Fernández, párroco del pueblo, indicó en Facebook que los letreros aparecieron en varios puntos de la ciudad y mencionó entre ellos a una «zona cercana a la Palmita, por la carretera Central», pero también «en el muro trasero de la ESBU América Latina, y por la zona de la antigua pescadería». Pero no, no fueron los únicos lugares.
Dice el padre que los letreros eran «contrarios a las líneas directrices del PCC», y ello al parecer provocó que las autoridades del municipio convocaran a varios trabajadores del gobierno, miembros del partido y trabajadores del sector de educación a asistir a «un acto de reafirmación en la zona de la Palmita» el cual según el testimonio del padre, «consistió en un discurso de breves minutos, por parte de un profesor de la ESBU América Latina«. El padre indica que «poco después terminó el acto».
«No sabemos cuales eran las frases contenidas en los carteles, excepto uno que decía: Libertad», manifestó además el padre Kenny Fernández, quien luego se hizo varias preguntas:
«(…) si en Cuba hay ‘Libertad’ ¿por qué ponerlo en un cartel callejero? Si en Cuba hay libertad ¿Por qué borrar el cartel? ¿Acaso es necesario borrar la verdad?
Si en Cuba hay libertad ¿Por qué los que hicieron el cartel se están escondiendo? ¿no están escribiendo algo que es cierto? ¿cuál es el delito?»
El padre dijo además que «en reuniones recientes se le ha prohibido a los profesores dar like o publicar algo en internet contrario a las líneas del PCC. Bajo pena de ser sancionados severamente. Y les han dicho que están siendo vigilados».
Una fuente consultada, residente en Madruga y profesora de Biología, amiga desde hace 30 años aproximadamente, asegura que todo lo dicho por el padre Kenny Fernández es cierto.
«Fueron, creo, cinco carteles. Yo no vi ninguno, porque los borraron rapidísimo. Dos horas después, nos parquearon bajo el Sol, y nos echaron un discurso. Bueno, hablaron varias personas. La misma m… de siempre. Tuvimos que asistir, ¡qué voy a decirte!», expresó a través de una amiga que nos sirvió de puente telefónico.
Bajo condición de anonimato, la fuente afirma que no es primera vez que algo así sucede.
«Antes los borraban, y ya; a veces, una cosa cheísima, les metían lechada (de cal) encima; pero ahora al parecer, después del 11 de julio, han orientado que hay que combatirlo. Combatir es eso. Un acto patriótico. Yo estoy harta de todo esto. Y no me llega el retiro», se quejaba.
Una revisión a Facebook nos trae algunas de las imágenes de este «sentido acto patriótico», en las que a través de las poses y los rostros se nota el «comprometimiento con la Revolución» de los asistentes.
Véanse esas caras, y esos brazos cruzados -aunque alguno luce firme, como militar en tarima- y ya tendremos una idea de lo cómodos que se sienten escuchando -como bien indica la fuente consultada- «la misma m… de siempre».
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