La Habana: Odisea para hacerse un PCR

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Una colaboradora de nuestra página indica que ayer lunes se levantó a las 4:00am para hacer la cola en un policlínico de La Habana, pues se sentía con síntomas de COVID-19 y necesitaba hacerse un PCR

Desde hace dos días, Sandra se sentía con malestar en la garganta. Cuando al tercer día sintió escalofríos y mareos temió que fuera algo más serio que un catarro o un resfriado.

Una semana antes su novio había dado positivo al dengue. Estuvieron en el mismo policlínico desde las 8:00 am hasta las 3:00 pm. Fue allí donde se enteró que, si tenías síntomas de COVID había que ir bien temprano a fin de garantizar el cupo de pruebas PCR que se hacen en el policlínico.

No calculó, ahora, que con más casos de COVID, eran más las personas interesadas en hacerse el PCR. Se levantó a las 4:00am. Tomó café, salió a la calle y cogió un rutero.

«Cuando llegué habían más de cien personas. Para no hacerte el cuento muy largo. No alcancé a hacerme el PCR. Se habían acabado los malditos hisopos,» cuenta vía telefónica.

Sucedió entonces algo indescriptible para ella.

«Cuando escuches que hay en el país 2000 casos de COVID, sospecha de esa cifra. Son más. Ese día la prueba se la hicieron si acaso 200 personas. Los que estaban detrás de mí, y yo también claro, nos hicieron la prueba «a tacto».

La prueba «a tacto» es así: el médico te pregunta cómo te sientes, que síntomas sientes y si coinciden más o menos con los síntomas del COVID, te dicen «no tenemos PCR para hacerte la prueba del COVID, pero parece que tienes COVID.»

«No lo certifican, porque no existe la constancia, la prueba PCR no se hizo. Ese caso de COVID no se cuenta».

Las pruebas PCR, otro viacrucis para los cubanos que quieren viajar al extranjero

Así titulaba el portal 14ymedio, hace exactamente un mes, el pasado 11 de diciembre del 2021, un trabajo relacionado con los problemas que enfrentan los cubanos para hacerse un PCR.

Lo resumía de esta manera: algunos van con las maletas al policlínico para recoger el resultado y salir corriendo al aeropuerto.

14ymedio recogió en la calle, testimonios de personas relacionados con los Test de PCR y las colas para hacérselos.

«Pedro, su esposa y dos hijos pequeños tenían el número 130 en la cola del policlínico de la calle 17 y J en La Habana. Llegaron desde la noche anterior para hacerse la prueba PCR de detección del covid-19, obligatoria para abordar un vuelo a Panamá, pero en la medida que pasaron las horas sus esperanzas se esfumaron,» recoge la nota del portal independiente cubano.

«Vine ayer un poco antes de las nueve de la noche y marqué en la cola, pero aunque a esa hora parecía que había poca gente en cuanto amaneció empezaron a llegar todos los que estaban delante y ahora tengo este número tan alto que no sé si me van a poder atender hoy», explicaba entonces Pedro a 14ymedio.

En 17 y J se realizan las pruebas para los residentes en los municipios de Plaza de la Revolución, Playa, Centro Habana y Boyeros. Entre los tres municipios, suman más de 660.000 habitantes.

Otra mujer se quejaba allí que aquello era «un cuello de botella».

«Desde que te realizan la prueba hasta que te dan el resultado pasan como mínimo 48 horas, pero las aerolíneas te exigen que la muestra haya sido tomada con menos de 72 horas antes de abordar, por lo que queda muy poco tiempo para maniobrar», explicaba

«Yo vine la semana pasada pero perdí el tiempo y la paciencia».

En el policlínico se realizan las pruebas para los residentes en los municipios de Plaza de la Revolución, Playa, Centro Habana y Boyeros, que suman más de 660.000 personas. (14ymedio)
En el policlínico de 17 y J se realizan las pruebas para los residentes en los municipios de Plaza de la Revolución, Playa, Centro Habana y Boyeros, que suman más de 660.000 personas. (14ymedio)

14ymedio detallaba que la cola entera «está repleta de historias como esa.»

Sin embargo, debe reconocerse, hace exactamente un mes, los casos de COVID en Cuba eran muchísimos menos que los que se reportan hoy. Aquellos que hacían cola eran los interesados en viajar al extranjero. Eran decenas, cuando más cientos de ellos. No miles.

En agosto del 2021, cuando aún Ómicron no había irrumpido en el panorama COVID a nivel mundial con su alto nivel de contagio, en la isla se reportaba, además de la escasez de medicamentos y oxígeno, problemas con los test del COVID.

Daniel Alfaro Frías, activista residente de San Antonio de los Baños, Artemisa, dijo a Martí Noticias que no logró conseguir una prueba PCR cuando acudió al hospital Iván Portuondo.

“Ocho personas murieron ayer por COVID-19 en ese hospital, y el médico que estaba me explicó que no tienen nada que hacer; no tienen medicamentos, hay un faltante general en la institución”, relató.

Ómicron eleva cifra de enfermos con Covid en Cuba

Presuntamente la escasez de pruebas PCR en La Habana se extiende a toda Cuba, todavía, en el 2022.

Lo más raro sucedido ahora en este enero del 2022 con el testimonio de nuestra colaboradora desde La Habana, sucedió después. El médico que la atendió le ordenó aislarse en su casa. Cuidarse. Tomar agua y todo lo que pudiera para fortalecer el sistema inmunológico.

«Le pedí una receta y me dijo que no había receta. Que consiguiera Ibuprofeno. Le insistí en la receta. No tenían modelos de receta y me dijo que ni siquiera hacía falta. Me preguntó si tenía claro lo que tenía que tomar, le dije que sí, y me dijo: «Ok, ya puedes irte»

Gracias a una vecina Sandra pudo conseguir unos Ibuprofenos. Dice que no la está pasando tan mal, pero se siente los síntomas.

Una amiga suya lleva 4 días sin dormir apenas. Si se acuesta, enseguida le entra la tos. Adoptó la estrategia de dormir «sentada» o acostada, pero con el cuerpo lo más erguido posible.

«No me ha pasado eso, pero la tos tampoco me falta. Na, aquí estamos, superando esto sin medicinas, y sin PCR.»

Sandra se entera que en Miami, también hay escasez de pruebas PCR. Se ríe y le viene la tos a la garganta.

Con voz rasgada, y en medio del ataque de risa grita:

«Ay, viejo, no me jodas anda.»

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