La reconocida periodista deportiva cubana Julia Osendi se desahogó en redes sociales y dedicó fuertes críticas al gobierno de Cuba, cuyas políticas han conducido al país a una profunda crisis económica y social.
“Estoy cansada y triste, mucho, de haberme equivocado tanto. Y lo más triste es haber perdido la vida creyendo en esta falacia maquiavélica y atroz”, expresó la reportera en Facebook, arrepentida de haber formado parte de la maquinaria propagandística que sostiene el sistema comunista en la isla.
A propósito del 1 de mayo, Osendi recordó que hace 46 años en esa misma fecha se le presentaron dolores de parto de su hijo mayor.
“No se podía llegar al hospital Sagrado Corazón porque todos los caminos estaban cerrados por la multitud que vanagloriaba a la revolución en el desfile del primero de mayo. No fue hasta la tarde que mi papá y yo llegamos al cuerpo de guardia para que en las primeras horas del día dos viniera a este mundo mi precioso bebé”, relató.
Pero su publicación no fue para celebrar el cumpleaños de su primogénito, sino para referirse a la jornada del día internacional de los trabajadores, para ella un “ejemplo fiel de lo destruido que está mi país”.
Julita recordó que el primero de mayo era sinónimo de alegría y los cubanos desfilaban “en las buenas y las malas” porque tenían esperanza en “un futuro mejor”, pero “la esperanza era verde y se la comió un chivo”, comentó.
La veterana reportera de televisión describió la grave situación que sufre el pueblo cubano actualmente: “Hasta el triste pollo que apenas alcanzaba, estirándolo, para dos comidas, nos lo quitaron.
“Del famoso ‘paquete’ que nos venden, bien caro por cierto, ya nos quitaron una botella de aceite de las dos iniciales. Lo mismo con el paquete de perritos.
“En la carnicería, por la canasta básica, solo venderán los poquitos huevos que no alcanzan para una semana y ¿picadillo? Y mortadela incomibles, asquerosos, que ni mi gata quiere comer”, aseguró.
Osendi se también sobre las carencias del sistema de salud cubano, los apagones, la crisis del transporte y los elevados precios de los productos que venden las mipymes privadas, de reciente creación en la isla.
“Sencillo: este gobierno lo que quiere es que no comamos; sin embargo, ellos cada día están más gordos, sonrosados. Sus botones revientan. ¿Hasta las cuántas?”, expresó.
