A cinco meses de su llegada a Florida tras huir de Cuba en una aeronave estatal, el piloto cubano Rubén Martínez recibió asilo político en Estados Unidos y saldrá en libertad este viernes, reportaron medios estadounidenses.
«¡El piloto se queda en Estados Unidos!», expresó el abogado de Martínez, Eduardo Soto, en declaraciones al canal Mega TV.
«Desde un principio creí en mi cliente, creí en mi capacidad y creo en la ley americana y al final triunfamos», dijo Soto tras la decisión de un juez de inmigración que concedió asilo político al aviador de 29 años.
«En este momento su mamá y su hermana que viven en Cuba tienen lágrimas en sus ojos de alegría y estamos muy agradecidos por este país», celebró el abogado.
Martínez permanecía detenido en un centro de inmigración en Miami desde su arribo a Estados Unidos el pasado 21 de octubre, cuando protagonizó una espectacular fuga de la isla en una avioneta AN-2 perteneciente a la estatal Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA).
El Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba calificó el hecho como un acto de “piratería aérea”, que constituye un delito tipificado en varios convenios internacionales ratificados por La Habana y Washington.
En un centro de detenciones de inmigración y envuelto en un proceso judicial bajo cargos de entrada ilegal al país norteamericano, Martínez expresó su temor de ser fusilado si las autoridades estadounidenses decidían deportarlo a la isla.
“A mí si me regresan ya hay una ley que dice que me pueden fusilar y creo que eso sería hasta el mejor de los casos, porque estar preso ahí bajo tortura creo que sería peor aún”, declaró el aviador al informativo Noticias 23 de Univisión a finales de enero.
Pese a sus argumentos los jueces le habían negado la fianza en dos ocasiones y el joven cubano temía ser utilizado como “carta de cambio” en un supuesto escenario de acercamiento entre la Administración del presidente demócrata Joe Biden y el gobierno cubano.
No obstante, su abogado estaba seguro de tener un caso fuerte, basado en el miedo creíble, y que a la postre ganaría el asilo político.
«Ganamos!!! Le dieron el asilo a mi cliente y no hubo reservación de apelación por lo tanto el piloto se queda aquí», exclamó Soto tras la audiencia celebrada la víspera, que duró 4 horas.
